Vida moderna
Glucosa alta: el método natural para reducir los niveles de azúcar en la sangre
Es importante mantener estos niveles en rangos normales para evitar complicaciones de salud.
La glucosa es la principal fuente de energía del organismo. Aunque es importante para el cuerpo humano, si se presentan niveles demasiado bajos o muy altos, se pueden suscitar problemas de salud.
“Su cuerpo descompone la mayor parte de ese alimento en glucosa y la libera en el torrente sanguíneo. Cuando su glucosa en sangre sube, le indica a su páncreas que libere insulina. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre en las células para ser utilizada como energía”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Para mantener los niveles de glucosa en rangos normales es clave tener un estilo de vida saludable. El ejercicio físico regular es una de las claves para lograrlo.
El portal web Business Insider destaca un estudio que señala que caminar al menos dos minutos después de comer puede ayudar a bajar y mantener niveles de glucosa saludables en la sangre.
Tendencias
“Nuevas evidencias científicas señalan que, incluso invirtiendo mucho menos tiempo, se pueden obtener resultados similares. Tras analizar estudios anteriores, la investigación publicada en la revista Sports Medicina concluye que de dos a cinco minutos de caminata ligera después de una comida pueden ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre”.
Según indica el estudio, caminar ligeramente requiere un mayor esfuerzo de los músculos para permanecer de pie y también se lleva a cabo el uso de la glucosa, obtenida previamente a través de la alimentación.
“Aunque salir a andar es siempre una actividad beneficiosa, los expertos apuntan que hacerlo dentro de los 60 a 90 minutos después de una comida es especialmente útil para regular el azúcar en la sangre, “ya que es cuando los niveles tienden a alcanzar su punto máximo”, señala Business Insider.
Además de tener beneficios para la glucosa en la sangre, caminar es un tipo de actividad física, lo que significa que tiene efectos positivos en la salud. La Organización Mundial de la Salud señala los demás beneficios que tiene ejercitarse:
- “La actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
- La actividad física reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad.
- La actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
- La actividad física asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes.
- La actividad física mejora el bienestar general.
- A nivel mundial, uno de cada cuatro adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados”.
Aunque caminar es una opción saludable para mantener los niveles de glucosa en rangos normales y tener una buena salud, es importante consultar a un doctor antes de empezar a hacerlo con regularidad, especialmente si se tiene alguna enfermedad o condición de salud específica.
¡Cuidado con estos factores!
Una alimentación balanceada es una de las herramientas claves para evitar los niveles de glucosa alta en la sangre. Sin embargo, se debe tener en cuenta, que existen otros factores que también pueden contribuir al incremento de esta sustancia en el organismo. En caso de contar con alguno se debe consultar a un doctor para trabajar en ello y evitar complicaciones de salud:
- Tener dificultad para dormir: no poder descansar por falta de sueño puede hacer que disminuya la eficacia del organismo respecto al uso de la insulina. De acuerdo con los expertos, una noche de falta de sueño puede afectar los niveles de glucosa.
- No desayunar: además de ser perjudicial para la salud del cuerpo en general, saltarse el desayuno puede aumentar estos valores en la sangre, después el almuerzo y la cena.
- Tomar café: aunque esta bebida ayuda a tener energía para el día, tomar café, incluso sin endulzante aumenta el azúcar en algunas personas que son sensibles a la cafeína.
- Estar deshidratado: es vital tomar al menos ocho vasos de agua al día para mantener el cuerpo hidratado. Cuando hay poca agua en el organismo, hay una mayor concentración de azúcar en la sangre.