Vida Moderna
La bebida que ayuda a bajar el nivel elevado de glucosa de forma natural
El exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios, pues puede dañar los ojos, los riñones y los nervios.
La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos, de acuerdo con Medline Plus, web la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, lo recomendable es que la glucemia se mida al levantarse por la mañana y antes del desayuno, y se considera normal si los niveles de glucosa se sitúan entre los 70 y 100 mg/dl en ayunas y en menos de 140 mg/dl dos horas después de cada comida.
Cuando el metabolismo de la insulina no funciona correctamente, las células de los tejidos dejan de asimilar correctamente la glucosa y esta se acumula en la sangre. Por tal razón, se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa en ayunas es de 126 mg/dl (7.0 mmol/L) o superior en dos exámenes diferentes. Los niveles entre 100 y 125 mg/dl (5.5 y 7.0 mmol/L) se denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Estos niveles son factores de riesgo para la diabetes tipo 2.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la diabetes sacarina de tipo 2 se debe a que el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, mientras que la diabetes sacarina de tipo 1 se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
Hay que señalar que la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, pero suele aparecer en la infancia o en la adolescencia y la diabetes tipo 2 (el tipo más frecuente) también puede aparecer a cualquier edad, pero es más común en personas mayores de 40 años, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Por tal razón, “la American Diabetes Association (ADA) recomienda que, si una persona tiene diabetes, los niveles de glucosa antes de comer (Basal) deberían estar entre 80–130 mg/dl y después de comer (Postprandial) debería ser menor a 180 mg/dl”, según SocialDiabetes.
En consecuencia, el tratamiento de la diabetes consiste en llevar una dieta saludable, realizar actividad física y reducir la glucemia y tener en cuenta que algunos alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.
No obstante, existen algunas bebidas que ayudan a reducir los niveles y, según un estudio publicado en el Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition y reseñado por el portal Terra Networks, el té negro ayuda a reducir los niveles de glucosa.
“El consumo de té negro puede disminuir la glucosa en sangre posprandial después de la ingesta de sacarosa”, señalaron los investigadores según el portal.
Sobre la misma línea, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que realizar actividad física también sirve para manejar el nivel de glucosa en la sangre, ya que el ejercicio regular suele ser una manera eficaz de controlarlo. Sin embargo, no se debe realizar ejercicio si se hallaron cetonas en la orina, ya que esto puede hacer que el nivel de glucosa en la sangre aumente aún más.
De hecho, explicó que algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son: aumento de la sed, micción frecuente, hambre extrema, pérdida de peso sin causa aparente, presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible), fatiga, irritabilidad, visión borrosa, llagas que tardan en cicatrizar, infecciones frecuentes (en las encías o en la piel) e infecciones vaginales.
Además, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indicó que con el tiempo el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios; además, puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro.