Vida Moderna
Grasa abdominal inferior: ¿cómo eliminarla definitivamente?
Las fórmulas fáciles, las dietas mágicas y los resultados rápidos no existen.
La grasa abdominal inferior es una de las partes más difíciles de eliminar cuando se comienza a hacer ejercicio de forma regular.
Sin embargo, no significa que sea imposible. La clave principal es tiempo y perseverancia, pues todos los cuerpos son diferentes, y con ello los procesos son individuales.
Además, es importante entender que en la alimentación está el éxito, pero no hay que obsesionarse con lo que se come. No es necesario hacer dietas restrictivas, ni cohibirse de los alimentos que gustan, ya que de vez en cuando está bien comerlos, pero lo importante es nunca perder el objetivo.
Los expertos aseguran que para ver cambios hay que hacer pequeñas modificaciones diarias en la alimentación y en el cuidado físico, como el ejercicio. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar mínimo 30 minutos de caminata moderada. Lo vital es que tenga un gasto energético.
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Otra recomendación es evitar las grasas, implementar las verduras, reducir los azúcares y las bebidas alcohólicas.
Otro factor importante es no compararse, porque el cuerpo de cada persona es diferente y el proceso puede ser más rápido en algunas personas que en otras.
Asimismo, para perder la grasa abdominal hay que tener un déficit calórico, que es cuando las personas consumen menos calorías que las que gastan en el día a día. Por ejemplo, si a la persona le gusta el arroz, no es necesario retirarlo del plan de alimentación, solo hay que saber en qué cantidad consumirlo para lograr un déficit calórico.
No obstante, si la persona no cuenta con tiempo para hacer ejercicio o simplemente no le gusta, tener una buena alimentación la ayudará a estar saludable, ya que el cuerpo antes de estar bien por fuera necesita estar bien por dentro, y a esto se llega con nutrientes que se obtienen de una buena alimentación, según explicó una experta en alimentación.
De igual forma, es importante pensar en positivo y decir “sí puedo” y quitarse de la cabeza el “no puedo”, porque los resultados no son rápidos, y es probable que en la mitad del proceso, al no ver resultados, las personas se desanimen y renuncien a conseguir los objetivos.
Algunos de los alimentos que recomiendan los expertos son:
1. Carnes magras, ya que contienen un 10 % de grasa y tienen un alto contenido de proteína.
2. Pescado, por ser una excelente fuente de proteína y contener ácidos grasos buenos, como el omega-3.
3. Lácteos bajos en grasa, porque son una buena fuente de calcio.
4. Cereales integrales, ya que contienen mayor fibra y ayudan a generar llenura y satisfacción.
5. Huevos, porque la mayoría de los nutrientes que necesita el cuerpo están en ellos.
6. Legumbres, por ser ricas en fibra, bajas en grasa y tener variedad de vitaminas.
7. Hortalizas, ya que contribuyen a la regulación del tránsito intestinal.
8. Frutas y verduras, porque le aportan al cuerpo vitaminas y minerales.
Finalmente, durante el proceso las personas pueden sentir ansiedad, rabia, tristeza o frustración, y estos sentimientos podrían frenar el proceso de incremento de masa muscular, ya que aumentan las ganas de comer. Por consiguiente, es importante buscar alternativas diferentes, como tomar agua, comer algún fruto seco o tomar un café, en vez de comer en exceso, ya que esas emociones solo llevan a tener malos hábitos.
Tenga en cuenta que las fórmulas fáciles, las dietas mágicas y los resultados rápidos no existen. Es importante consultar a un experto para que guíe el proceso, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.