Casi todos viven hoy de una u otra forma con el cáncer, ya sea porque se los han diagnosticado o un pariente o amigo lo padece. Esa familiaridad con dicho mal ha hecho pensar a muchos que se trata de una epidemia y que algo en el ambiente lo está disparando. Para la mayoría de los oncólogos esa apreciación no es errada. Según Andrés Cervantes, miembro de la Sociedad Europea de Oncología Médica, el cáncer es una de las causas principales de muerte en el mundo “y esperamos que aumente significativamente en personas mayores de 65 años”, dijo a SEMANA durante el congreso ESMO 2014 que se llevó a cabo en Madrid la semana pasada. Además se ven más casos en rangos de edad menores. “Vemos más pacientes de cáncer de mama de 27 años y el cáncer de colon, que era de viejos, en personas de 33 años”, dice Carlos Ortiz, oncólogo de la Clínica del Country, de Bogotá.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, advirtió en un informe que publicó en febrero que el número de casos de cáncer aumentará 70 por ciento en 2035 cuando pase de 14 a 24 millones. Esto se debe no solo al aumento de la población sino al hecho de que hoy la gente vive más y el cáncer es una enfermedad asociada a la edad.
Se ha dicho que las radiaciones electromagnéticas de los celulares y otros equipos electrónicos generan riesgo de cáncer. Otros estudios han determinado una incidencia de este mal del doble y hasta el triple en personas que viven en zonas cercanas a una exploración minera, pero “hasta ahora son teorías”, dice Ortiz. Los factores comprobados que influyen son la dieta, el tabaquismo y el sedentarismo. El informe de la OMS señala que 30 por ciento de los tumores se podrían prevenir solo con cambios en el estilo de vida. Un estudio demostró, por ejemplo, que el ejercicio tiene el mismo impacto en el cáncer de colon que la quimioterapia.
Lo preocupante es que casi la mitad de la gente no sabe que estos factores predisponen al cáncer y cuando preguntan por prevención buscan respuestas mágicas. “Quieren oír que lo mejor es comer, por decir algo, pera o mangostino, pero las recomendaciones son más generales: dieta balanceada, reducir el consumo de grasas y azúcares, hacer ejercicio diario durante 20 minutos”, dice Carlos Vargas, oncólogo de la Fundación Santa fe de Bogotá.
Solo 10 por ciento de los tumores tienen una causa genética hereditaria “por lo tanto la gente debe dejar de pensar que tener cáncer es como una lotería, y empezar a hacer cambios en su estilo de vida”, señala Amanda McLean, del World Cancer Research Fund.
Aunque las cifras globales de cáncer aumentarán, cada tumor tendrá un futuro según las circunstancias que lo predisponen. Por ejemplo, los que dependen de infecciones, como el cáncer de cuello uterino, causado por el virus del VPH, aumentarán en regiones pobres. Sin embargo, con el descubrimiento de la vacuna se espera tener una disminución en 20 a 30 años. “Las acciones en cáncer se ven a largo plazo”, dice Cervantes. “Así se vio con la vacunación contra la hepatitis B, que ha ayudado a disminuir la incidencia de cáncer hepático en los últimos 30 años”.
No pasa lo mismo con el cáncer de piel, que está en aumento en Estados Unidos. Según Jeffrey Weber, experto en melanoma del Moffitt Cancer Center, este tumor está relacionado con los rayos ultravioleta y “esta es una sociedad que tiene más tiempo libre, que busca el sol y no toma las precauciones para protegerse”, dice.
La incidencia de cáncer de mama ha bajado porque se ha descubierto que las terapias de suplencia hormonal durante la menopausia generan riesgo y “esa práctica se dejó de hacer”, dice Hernán Carranza, oncólogo de la Clínica del Country. También hay más campañas para detectar tempranamente el cáncer. “Por eso a pesar de que hay más enfermedad también hay más casos curados porque se identifican a tiempo”, añade.
Hoy existen mejores tratamientos para el cáncer avanzado. En el evento se dio a conocer un estudio que involucra una nueva terapia para cáncer de seno metastásico HER 2 positivo, un subtipo agresivo de tumor. Los expertos lo calificaron de asombroso porque el beneficio demostrado no tiene precedentes. Las pacientes estudiadas fueron tratadas con una combinación de pertuzumab y trastuzumab, dos medicamentos que regulan la actividad de la proteína HER2. Al darlas en asocio con una quimioterapia llamada docetaxel se vio una sobrevida global de 15,7 meses más que con la terapia convencional. Esto es importante porque “algunos medicamentos solo retrasan la progresión de la enfermedad, otros solo incrementan la supervivencia global cinco meses, pero 15,7 es realmente sorprendente”, dice Mariana Chávez McGregor, oncóloga del MD Anderson.
También se vieron avances en terapias inmunológicas, un área de investigación muy activa por estos días pues se han encontrado maneras de estimular este ejército natural para combatir el cáncer. Un estudio realizado por Weber mostró que en pacientes con melanoma avanzado, que tienen opciones limitadas de tratamiento, ofrecerles el anticuerpo monoclonal nivolumab mejora las tasas de respuesta y por más tiempo que la quimioterapia estándar. “Aún no podemos prescindir de la quimioterapia pero este estudio la pone más cerca al ataúd”, dice el experto.
El aspecto inmune cobra importancia porque el cáncer tiene mecanismos para ocultarse y se ha logrado ponerlos al descubierto. También se han ideado vías para soltar los frenos del sistema inmune para que lo ataque de manera más eficaz. Los estudios empezaron en melanoma, una patología muy maligna, “pero hoy vemos que se puede utilizar en otros tumores”, agrega Ortiz.
A pesar de los avances, la lucha contra el cáncer resultó ser más complicada de lo que se pensaba. Hoy se sabe que no es una enfermedad sino muchas, cada una tan diversa como la otra. Y no solo eso: en cada órgano hay subtipos de cáncer totalmente diferentes unos de otros. “Eso hace que cada paciente sea único”, dice Gerard Evan, biólogo de la Universidad de Cambridge, y que su tratamiento deba ser más personalizado.
Además de eso el cáncer tiene una gran capacidad de evolucionar y volverse resistente al tratamiento porque encuentra vías alternas para sobrevivir. Mientras más avanzados los tumores son más heterogéneos, es decir “que en el mismo hay células que responden a un medicamento pero otras que no”, dice Vargas.
Esa complejidad ha hecho que los tratamientos en cáncer hayan cambiado en una manera evolutiva pero no revolucionaria. “Cuando empecé en esto, en cáncer de colon la sobrevida promedio era de nueve meses y ahora es de 30. Fue pasando de 9 a 15 y así poco a poco hasta llegar a 30”, dice Weber.
El cáncer supone un reto para países como Colombia donde todavía la pobreza, la falta de educación y las barreras para acceder al sistema de salud son factores carcinogénicos. Según la oncóloga Sandra Franco, “aún muchos pacientes llegan con cáncer de seno avanzado porque entre el diagnóstico y el tratamiento pasan hasta seis meses”.
Para que todos los pacientes se beneficien de los avances se requiere además que el Invima apruebe las nuevas terapias, pero eso no sucede hoy. “Hay medicamentos cuya efectividad ha sido probada científicamente pero aquí no tienen registro. En cáncer de pulmón, por ejemplo, estamos atrasados tres años con respecto al mundo”, señala Carranza. Todo esto muestra que el desafío a futuro es inmenso y que solo con campañas preventivas y un sistema coordinado y ágil de atención, se podrá controlar esa amenaza silenciosa.