Vida Moderna
Hábitos para adelgazar sin darse cuenta
Incorporar este tipo de prácticas al día a día puede llegar a implicar la elección de un nuevo estilo de vida.
Hay metas que varias personas tienen en común y una de ellas puede ser la de adelgazar. Usualmente, existen dos razones por las que una persona quiere disminuir tallas corporales, la primera tiene que ver con el área de la salud, para prevenir o mitigar enfermedades; la segunda, se incorpora al mundo de la belleza y estética, para sentirse mejor consigo mismas a la hora de verse al espejo.
Sea cual sea la causa, el portal Alma, Corazón y Vida dice que si bien es cierto que para perder peso se necesita de mucha constancia, cuando la decisión es extrema las consecuencias pueden llegar a ser fatales.
De hecho, Time recopila que adelgazar debe ser un tema consciente y responsable, de lo contrario una persona puede llegar a tener diferentes problemáticas, como: disgustos entre pareja, cambios hormonales y en el gusto de los alimentos, deformación de huesos, pérdida de masa ósea, incremento del sueño o flacidez en la piel.
En ese sentido, hay expertos quienes no son acreedores de las dietas que aseguran un tonificado cuerpo en cuestión de semanas.
Tendencias
Sin embargo, la cultura del deseo es algo que en la actualidad permea en el pensamiento de muchos sujetos, quienes buscan tener un cuerpo exteriormente tonificado y delgado. Desde un pensamiento filosófico, como el del surcoreano Byung-Chul Han, “la sociedad del siglo XXI ya no es una sociedad disciplinaria, sino una sociedad de logros”, y uno de estos puede llegar a ser el de adelgazar.
Así que, generalmente, las personas siguen buscando ideas para disminuir de peso y El Mundo comparte que existen algunas costumbres o hábitos que pueden contribuir al cometido del cuerpo, sin que la persona se dé cuenta.
En pertinente mencionar que, antes de considerar implementar estas acciones a un estilo de vida, lo más aconsejable es dirigirse ante un experto o nutriólogo para que este apruebe, deniegue o brinde la orientación más adecuada para cada sujeto.
Así las cosas, hay una lista de hábitos para adelgazar sin darse cuenta y es la siguiente:
Potenciar el NEAT: de acuerdo con El Mundo, tras las siglas del NEAT hay un milagro que contribuye a la pérdida de peso. Según los conocedores del tema, significa Not Exercise Activity Thermogenesis y “es el gasto calórico que produce nuestro cuerpo llevando a cabo todas las actividades físicas cotidianas que no tenemos programadas, es decir, las que no entran dentro del ejercicio físico puro y duro”.
En otras palabras, entre más una persona se mueva en su día a día, puede estar adelgazando más rápido.
Desayunar proteínas y grasas ‘buenas’: portales gastronómicos y de recetas, como Gastrolab, detallan que la primera comida es esencial para otorgar energía al cuerpo, por eso debe tener proteínas de calidad, como huevos, salmón o atún.
Sumado a esto, las grasas ‘buenas’ también pueden ser de gran beneficio y estas pueden obtenerse tras el consumo de aguacate, aceite de oliva y omega-3.
Dormir lo necesario: los extremos a la hora de ir a la cama no son recomendables, es decir que no es bueno dormir por muchas horas, pero tampoco es fortuito descansar menos de lo que se debería. Para los expertos, la falta de horas de sueño sube de peso.
El doctor Javier Fernández Ligero cuenta en El Mundo que “cuando no dormimos lo suficiente, se perturban los niveles de las dos hormonas que regulan la sensación de hambre. Mientras los de la grelina (la que despierta nuestro apetito) se elevan en exceso, los de la leptina (la que nos avisa de que estamos saciados) no llegan al mínimo deseable. Y, claro, todo esto hace que nos convirtamos en presas fáciles de los antojos”.
En adición, hay otros hábitos que se suman a la lista y pueden adelgazar a una persona sin la necesidad de estar pendiente en ello, como:
- Evitar el consumo de alcohol.
- Dejar de compararse con el resto, pues el impacto cognitivo hace de las suyas en el cuerpo.
- Bañarse con agua fría, para regenerar las micro roturas fibrilares.
- Utilizar la respiración como herramienta para controlar las emociones negativas.
- Evitar la compra e ingesta de alimentos procesados.
- Caminar todos los días.
- Practicar ayuno intermitente (con indicaciones de un profesional).