SALUD
Hábitos para bajar de peso sin hacer dieta
Comer demasiado o no realizar suficiente actividad física son las principales razones por las que las personas engordan.
Bajar de peso es un gran reto para muchas personas, pero además es una de las mejores formas de mantenerse saludable y evitar el desarrollo de posibles enfermedades.
Normalmente, las dietas son la principal estrategia a la que se recurre para lograr este objetivo. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, aseguran que es natural que toda persona que desea adelgazar quiera hacerlo rápidamente y para ello implementa dietas.
Sin embargo, la evidencia demuestra que quienes bajan de peso en forma gradual y constante, entre una y dos libras por semana, logran mejores resultados en no volver a recuperarlo, asegura la citada fuente.
“Bajar de peso en forma saludable no se trata solamente de seguir una dieta o programa. Se trata de un estilo de vida que incluye una alimentación saludable y actividad física regular”, precisa.
Comer demasiado o no realizar suficiente actividad física son las principales razones por las que las personas suben de peso, asegura el portal de salud Healthline. Para mantenerse en un nivel saludable, las calorías que se ingieren deben equivaler a la energía que se consume, por ello lo ideal es ingerir menos calorías de las que el cuerpo requiere para desarrollar sus funciones diarias.
Eliminar nutrientes, reducir al máximo las calorías y comer aquello que no se quiere muchas veces trae consecuencias. Ralentizar el metabolismo, afectar a los músculos, generar un déficit nutricional o derivar en pensamientos obsesivos sobre la comida puede afectar la salud y luego caer en el temido efecto rebote, que genera los resultados que no se quieren.
Si una persona tiene sobrepeso y quiere bajarlo, uno de los aspectos más importantes es no recurrir a las dietas “milagro”, por ejemplo, porque además de que, en muchas oportunidades, pueden resultar perjudiciales para la salud, en la mayoría de los casos, solo dan resultados temporales. Dado lo anterior, existen hábitos que ayudan en el mencionado propósito sin tener que dejar de comer y manteniendo condiciones saludables.
1. Cambiar galletas por agua: Es muy frecuente confundir sed con hambre, así que antes de llevar productos de paquete a la boca, sobre todo entre horas, es mejor tomar un vaso con agua.
2. No saltar el desayuno. Está comprobado que si se salta el desayuno, después la persona come más. Además, este alimento es clave para incorporar los carbohidratos y las calorías necesarias que le permiten al cuerpo tener energía para el resto del día.
3. Alimentos saludables a la vista. Tener a la mano una porción de frutas o de verduras evita que se consuman otro tipo de alimentos que aportan grasas o azúcares en exceso, indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
4. Dormir bien. Los científicos han demostrado la relación entre el déficit de sueño y el aumento de peso. Esto está relacionado principalmente con temas hormonales, pero también con el hecho de que si el cerebro y el cuerpo no tienen energía, buscan obtenerla de los alimentos más calóricos.
5. Caminar: El ejercicio más fácil y práctico a la hora de bajar de peso es caminar. Lo recomendable es hacerlo de forma moderada al menos 30 minutos al día. Esto no solo evita subir kilos, sino que genera condiciones saludables para el organismo.
6. Menos alcohol. El alcohol tiene una buena cantidad de calorías vacías y, además, deshidratan las células y hacen que el metabolismo sea más lento. Por eso evitar este tipo de bebidas es clave a la hora de adelgazar. El agua natural puede ser la mejor aliada en estos casos.
7. Apagar la pantalla. Comer con los ojos puestos en la televisión, el computador o cualquier otra pantalla distractora aleja la mente de lo que se está comiendo. No solo se pierde la degustación de los alimentos, sino que existe mayor riesgo de comer en exceso.
8. Masticar despacio. El cerebro requiere tiempo para procesar que ha comido lo suficiente, razón por la que masticar bien los alimentos hace que se coma lentamente, lo que se asocia con una menor ingesta y la tendencia a consumir porciones más pequeñas, según lo demuestra un estudio realizado con 30 mujeres sanas publicado en el Journal of the American Dietetic Association y citado por el portal Alimente, del diario El Confidencial, de España.