Vida Moderna
Hábitos saludables para reducir la presión arterial alta
La presión alta es el detonante para padecer enfermedades cardiovasculares graves.
La presión arterial es un aspecto esencial para conservar el estado de salud óptimo. Este asunto es el encargado nada más y menos que de reflejar la condición cardiovascular del cuerpo. Cuando está en niveles altos o bajos del estándar, el cuerpo entra en una etapa de vulneración máxima, aumentando la probabilidad de padecer enfermedades del corazón.
A partir de las cifras de Medline Plus, uno de cada tres ciudadanos de Estados Unidos tiene la presión arterial alta, lo cual hace que tengan hipertensión. Mantener un estado de esta índole constantemente es peligroso, a tal punto que puede provocan patologías que arriesguen la vida de los pacientes, tales como ataques al corazón o derrames.
La presión arterial hace referencia a la fuerza de la sangre para movilizarse entre las paredes arteriales por todo el organismo. A medida que el corazón bombea, el líquido rojo se transporta hasta el sitio más lejano del cuerpo. Cuando la presión está más alta de lo normal, quiere decir que la sangre bombeada es mayor a la que el cuerpo soporta.
Como tal, en un principio esta condición no tiene síntomas visibles. La única manera de notar que está alta es mediante un chequeo médico. A partir del uso de un estetoscopio o sensor electrónico, los especialistas de salud pueden detectar alguna anomalía. La cifra estándar es 120/80 para adultos y 130/80 para niños y niñas, por lo que valores mayores o inferiores a estos son una señal de eventual alarma.
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Si bien cualquier persona puede se propensa a experimentar un aumento de presión, hay ciertos hábitos que aumentan más la probabilidad. Mayo Clinic los expone, con el propósito de generar conciencia y eliminarlos en las rutinas de los pacientes con la presión arterial alta.
La primera recomendación es bajar de peso. La presión arterial alta está fuertemente ligada al aumento corporal. Pacientes con sobrepeso están más propensos a experimentar las consecuencias de esta situación. Bajar de peso, así sea en una pequeña cantidad será positivo para la presión arterial.
Del mismo modo, el tamaño de la cintura y cantidad de grasa acumulada en esa zona es clave para controlar la presión arterial. Los cálculos de Mayo Clinic apuntan a que los hombres deben conservar una cintura de 102 centímetros y las mujeres de 89 centímetros. Superar esas cifras sería correr el riesgo a padecer enfermedades cardiacas.
El ejercicio es el segundo punto clave. Un cuerpo acostumbrado al sedentarismo conlleva a aumentar la presión arterial y el peso. Es importante mantener una rutina diaria de ejercicio. La recomendación es mínimo hacer 3o minutos con moderación.
La actividad física evita la hipertensión, por lo que la regulación sanguínea será óptima. Entre los ejercicios aeróbicos que pueden reducir la presión arterial se incluyen: caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar. Otra opción es el entrenamiento por intervalos de alta intensidad. En este tipo de entrenamiento se alternan períodos breves de actividad intensa con períodos de actividad más ligera.
De la mano con este asunto, aparece la correcta alimentación. Reemplazar los azúcares, grasas saturadas y otros elementos dañinos por granos integrales, frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa; será beneficioso para el cuerpo. Las dietas DASH y mediterránea son buenos planes para seguir.
El potasio en la alimentación puede reducir los efectos de la sal (sodio) en la presión arterial. Las mejores fuentes de potasio son los alimentos, como las frutas y las verduras, en lugar de los suplementos. Trata de consumir entre 3500 y 5000mg al día, lo que puede reducir la presión arterial entre 4mm Hg y 5 mm Hg.
Igualmente, se requiere reducir la sal en la alimentación. El límite deben ser 2300 miligramos al día o menos. Aumentar esa cifra implica un riesgo preocupante para el cuerpo. Otro producto que debe ser eliminado es el alcohol. Limitar su consumo a menos de una o dos copas diarias ayuda a reducir significativamente la presión arterial.
Finalmente, el cuarto consejo es dejar de fumar. Este hábito es de los que más aumentan la presión arterial. Eliminarlo reduce los riesgos de padecer enfermedades cardiacas y mejorar la salud a nivel general.