Hacer ejercicio antes de dormir afecta el sueño: ¿mito o realidad?

El ejercicio tiene múltiples beneficios para la salud. Hay quienes lo practican por bienestar general, mientras que hay algunos que lo hacen para mejorar su apariencia física.

Es importante que antes de ejercitarse siempre se consulte con un doctor, especialmente si se tiene una condición de salud específica. Lo recomendable es contar con un experto en entrenamiento para que supervise las rutinas y se eviten lesiones.

Las personas suelen entrenar dependiendo del tiempo libre que tengan. Hay quienes lo hacen antes o después del trabajo. Hay quienes aprovechan la hora de al almuerzo, entre otras alternativas.

Algunos también deciden entrenar en la noche. Sobre esto, se tienen algunos reparos, pues no es saludable hacerlo horas cercanas a la hora de conciliar el sueño.

De acuerdo con Mejor con Salud, portal especializado en salud y cuidado personal, al hacer actividad física el cuerpo se mantiene activo física y mentalmente. Teniendo en cuenta esto no es recomendable ejercitarse una hora antes de dormir.

“Con la intención de poder conciliar el sueño, es muy recomendable reducir poco a poco la estimulación ambiental para disminuir la activación del cerebro. Conseguir esto es un paso fundamental para dormirse. Cuando el cerebro está demasiado activo, le cuesta desconectar y dejarse llevar por el sueño, aunque el cuerpo esté relejado”, señala el portal.

Lo recomendable es que al menos una hora antes de acostarse la persona esté en un lugar tranquilo donde haya pocos estímulos que puedan provocar sobresaltos. En reemplazo de un entrenamiento fuerte, se pueden realizar estiramientos. Esto no causará que el cuerpo esté tan físicamente activo y mentalmente como cuando se realiza un ejercicio.

“Los estiramientos antes de dormir ayudan a relajar los músculos e inducen una sensación de tranquilidad y bienestar. Es importante recalcar que los estiramientos tienen que ser suaves y no dolorosos. Si esto no es así, se corre el riesgo de irse a dormir con dolor”, apunta Mejor con Salud.

Beneficios de la actividad física

La Organización Mundial de la Salud destaca que el ejercicio físico regular ayuda a mantener un buen estado general del cuerpo humano y tiene efectos positivos en la salud mental. Una de las claves para prevenir el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y varios tipos de cáncer, es la actividad física regular.

Otros de los beneficios incluyen:

• Reduce los síntomas de depresión y ansiedad.
• Mejora el bienestar general del organismo.
• Ayuda a prevenir enfermedades no transmisibles.
• Garantiza el buen crecimiento y desarrollo de los jóvenes.
• Reduce el riesgo de caídas, fracturas y lesiones.
• Ayuda a mantener un peso saludable.

Cuidado con el ejercicio en exceso

Hacer actividad física es buena para el cuerpo, pero, como todo, debe ser moderado, ya que el ejercicio en exceso puede ser perjudicial para la salud, de acuerdo con una investigación publicada en la revista The Lancet Psychiatry.

En el estudio participaron 1,2 millones de personas de Estados Unidos. Los resultados mostraron que las personas que realizan ejercicio tienen 1,5 días menos de salud mental deficiente al mes; pero, al realizarlo más de tres horas al día, empeora los niveles de sedentarismo. De acuerdo con esta investigación, hacer deporte durante 45 minutos de tres a cinco veces a la semana está bien, pero es el límite. De ahí en adelante, no aporta beneficios a la salud.

Es importante regular las horas, intensidad y el esfuerzo al realizar actividad física. Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, menciona algunas de las señales que indican que se está excediendo el esfuerzo en el ejercicio.

• Ser incapaz de rendir al mismo nivel.
• Necesitar mayores períodos de descanso.
• Sentirse cansado.
• Estar deprimido.
• Tener cambios de humor o irritabilidad.
• Tener problemas para dormir.
• Sentir los músculos adoloridos o pesadez en las extremidades.
• Sufrir lesiones por sobrecarga.
• Perder la motivación.
• Padecer más resfriados.
• Bajar de peso.
• Sentir ansiedad.