OBESIDAD
Hacer ejercicio con la barriga vacía
Crece la evidencia de que la actividad física en ayunas ayuda a perder peso. Los expertos cuentan cómo hacerlo bien.
Esteban Dávila, un abogado de 57 años, trota todos los días con el estómago vacío para tratar de perder grasa. A veces lo hace apenas se levanta o al mediodía antes de almorzar. Aunque cuando comienza siente hambre, trata de no pensar en el asunto durante el recorrido. Al final las ganas de comer se han ido, “excepto cuando corro más de 30 kilómetros”, dice.
Como él, muchas personas están adoptando el hábito de hacer ejercicio en ayunas debido a que varias investigaciones han mostrado que tiene beneficios para perder peso. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Norte de Umbria, Gran Bretaña, encontró que este tipo de actividad física puede quemar 20 por ciento más grasa corporal comparado con quienes comen antes de ejercitarse.
Otro trabajo, hecho por Peter Hespel, de la Universidad de Lovaina, Bélgica, encontró que las personas que hacen ejercicio luego del desayuno subieron un kilo, mientras que las que lo hicieron en ayunas no ganaron peso y mantuvieron los niveles de insulina saludables. Además, quemaron mucha más grasa durante el día.
La razón es que en ayunas hay menos glucosa, lo que implica que el organismo debe recurrir a la energía almacenada para hacer el ejercicio. “Por eso se quema grasa”, dice Claire Finlay, una consultora de entrenamiento físico. Según Leonardo Velásquez, médico deportólogo, además de lo anterior, el ejercicio en ayunas condiciona el cuerpo para que sea más eficiente en la oxidación de grasas. “Te ayuda a permanecer durante todo el día quemando más calorías”, señala el especialista.
Los expertos señalan que decidir hacer ejercicio en ayunas depende de muchas variables como el objetivo y el tipo de entrenamiento. En todo caso lo importante es que el movimiento sea aeróbico y no de fuerza. “Si es cardiovascular, de intensidad media a leve es mejor en ayunas para bajar grasa”, dice María Paula Estela, experta en nutrición de Livelife. Pero si va a entrenar por más de 90 minutos o el ejercicio es de alta intensidad es mejor comer algo antes.
Algunos no lo encuentran placentero y sufren mentalmente por la falta de comida. En esos casos lo mejor es comer algo, como un banano, una hora antes de la actividad física. No hay evidencia de que este tipo de ejercicio sea peligroso pero no es un entrenamiento para todo el mundo. Según Velásquez, hay que escoger bien los pacientes aptos para hacerlo: “Que sean sanos y no tengan problemas en el metabolismo de la insulina ni el azúcar”, dice. Coincide con Estela en que la intensidad debe ser moderada (que no pase del 65 por ciento de su frecuencia cardiaca máxima) y con una duración entre 30 y 45 minutos.
Un gran temor es que además de pérdida de peso se pierda densidad muscular. Pero Velásquez señala que si se siguen las pautas indicadas anteriormente es difícil que esto suceda. Sin embargo, para curarse en salud se puede suplementar con aminoácidos antes de irse a dormir o tomar cafeína antes de iniciar el ejercicio en ayunas. “Tan pronto termina el ejercicio es importante desayunar”, asegura.
La recomendación es que antes de saltar de la cama para ejercitarse la persona interesada consulte con un médico que haga una valoración, y le indique no solo si es apta sino cómo hacerlo para lograr el objetivo de perder peso.