¿Hasta qué edad una mujer puede tener hijos sin ningún riesgo?

De acuerdo con la revista Ser Padres la edad ideal para que una mujer quede en embarazo es entre los 22 y 30 años, ya que en ese rango los problemas de tener problemas en la gestación son mínimos.

Es más, pasada esa edad, el sistema de atención médica más grande del Área de la Bahía de San Francisco, Stanford Medicine Children’s Health, reveló que el riesgo de aborto espontáneo, defectos de nacimiento y complicaciones durante el embarazo tales como el embarazo de gemelos, presión arterial alta, diabetes gestacional y trabajo de parto complicado es mayor.

Maternidad después de los 35

El portal de salud Mapfre reveló algunos datos importantes sobre la maternidad a partir de los 35:

• A partir de los 35 la posibilidad de concebir se reduce y a partir de los 40 este proceso se acentúa, ya que los óvulos se comienzan a envejecer.
• A partir de los 40 años las mujeres tienen “ciclos menstruales que, aunque son ovulatorios, no son fértiles”.
• La recuperación postparto es más lenta.

Asimismo, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que a partir de los 35 años la probabilidad de tener mellizos aumenta con la edad, porque los cambios hormonales podrían provocar la liberación de más de un óvulo al mismo tiempo.

¿Cómo planear un embarazo?

La entidad sin ánimo de lucro reveló algunos principios básicos:

• “Programar una cita previa a la concepción. Antes de quedar embarazada, hay que consultar al proveedor de atención médica acerca de la salud general para hablar sobre los cambios en el estilo de vida que aumentan las probabilidades de tener un embarazo y un bebé saludables.

• Solicitar atención médica prenatal de manera regular. Si se está en embarazo, hay que mantenerse al día con las consultas prenatales. Estas consultas permiten al proveedor de atención médica controlar la salud de la madre y del bebé.
• Seguir una dieta saludable. Durante el embarazo, se necesitará más ácido fólico, calcio, hierro, vitamina D y otros nutrientes esenciales. Si ya se tiene una alimentación saludable, se debe seguir así. Las vitaminas prenatales diarias pueden ayudar a suplir cualquier carencia.
• Aumentar de peso con prudencia. Aumentar la cantidad adecuada de peso puede contribuir a la salud del bebé. Además, puede hacer que sea más fácil perder los kilos extra después del parto.

• Hacer actividad física. La actividad física regular puede ayudar a aliviar las molestias durante el embarazo, aumentar la energía y mejorar el estado de salud en general. Esto puede contribuir a aumentar la energía y la fuerza muscular, lo que puede favorecer el trabajo de parto.
• Evitar las sustancias de riesgo. El alcohol, el tabaco y las drogas ilícitas están prohibidos durante el embarazo.

• Tener información sobre las pruebas prenatales para detectar afecciones cromosómicas. Se puede preguntar al proveedor de atención médica acerca de las pruebas y los exámenes de detección prenatales. Una prueba prenatal que se hace con frecuencia es el examen de detección de ADN fetal libre. Este es un método de detección de ciertas afecciones cromosómicas en el bebé que se está gestando, como el síndrome de Down. En esta prueba, se obtiene ADN de la madre y del feto a través de la sangre de la madre. El ADN se analiza para detectar un aumento del riesgo de que el bebé presente determinados problemas cromosómicos, como el síndrome de Down, la trisomía 13 y la trisomía 18. Algunas pruebas de diagnóstico, como la muestra de vellosidades coriónicas y la amniocentesis, brindan información sobre el riesgo de que haya afecciones cromosómicas específicas. Estas pruebas conllevan un leve riesgo de aborto espontáneo”.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.