SALUD
¿Hay esperanza para tratar el cáncer de páncreas? Encuentran posible terapia
Solo el 11 % de los pacientes con esta patología vive al menos cinco años después de su diagnóstico.
Una investigación de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos) descubrió una posible terapia contra el cáncer de páncreas, cuya tasa de supervivencia se encuentra entre las más bajas de todas las enfermedades malignas.
Según la Sociedad Americana del Cáncer, una de cada 64 personas será diagnosticada de cáncer de páncreas. El páncreas es un órgano abdominal que regula el azúcar en la sangre y también ayuda a la digestión.
El adenocarcinoma ductal pancreático, normalmente abreviado como PDAC por sus siglas en inglés, es responsable de más del 90 % de los casos de cáncer de páncreas. Únicamente el 11% de los pacientes con esta patología vive al menos cinco años después de su diagnóstico.
“El PDAC rara vez se diagnostica lo suficientemente temprano como para que la resección quirúrgica sea una opción realista. No existen marcadores para la detección precoz. Las características moleculares y celulares de los tumores son agresivas y presentan múltiples niveles de resistencia terapéutica. Necesitamos nuevos tratamientos y estamos muy entusiasmados por lo prometedor de nuestros hallazgos”, le explica a la agencia de noticias Europa Press Adam Alani, líder de este trabajo.
Los tumores de PDAC plantean innumerables dificultades para su tratamiento. Al igual que otros tumores sólidos, presentan regiones de hipoxia, en las que la concentración de oxígeno en el tejido es baja; las células cancerosas hipóxicas crecen lentamente, lo que las hace menos susceptibles a los fármacos prescritos para matarlas o dañarlas.
“El enfoque que adoptamos en este trabajo consiste en aprovechar la fisiología del PDAC, que es un tumor muy hipóxico. Utilizamos un fármaco activado por la hipoxia como estrategia de focalización; este enfoque puede dar lugar a un mejor perfil de seguridad y eficacia para los pacientes de PDAC. Nuestros hallazgos son una base sólida para la aplicación clínica de la estrategia”, detalla Alani.
Un profármaco es un compuesto farmacológicamente inactivo que el organismo metaboliza en un fármaco activo. En esta investigación, el liposoma, como se conoce a las plataformas de administración de fármacos basadas en lípidos, se cargó con el profármaco vinblastina-N-óxido, desarrollado por Cascade Prodrug Inc. de Eugenre.
Explicaron los investigadores que cuando se activa con la hipoxia, el óxido de vinblastina-N, a menudo denominado CPD100, se convierte en el fármaco vinblastina, un inhibidor de los microtúbulos empleado para eliminar las células cancerosas.
Por sí solo, el CPD100 tiene una eficacia inferior a la óptima debido a la rapidez con la que el organismo lo elimina del sistema: tiene una vida media de menos de 30 minutos. Sin embargo, cargarlo en un liposoma puede aumentar su vida media en más de un factor de 10. En este estudio, los científicos descubrieron que el CPD100 liposomal superaba al CPD100 normal en los cultivos de células cancerosas.
Los investigadores también realizaron pruebas en un modelo animal en el que los ratones con cáncer de páncreas se dividieron en seis grupos de tratamiento, en los que los ratones recibieron CPD100 normal, CPD100 liposomal, vinblastina, gemcitabina —o GEM, un fármaco estándar para pacientes con PDAC—, CPD100 liposomal más GEM o ningún tratamiento.
El tumor de los ratones tratados con CPD100 liposomal y CPD100 liposomal más GEM mostró una disminución de peso estadísticamente significativa en comparación con los ratones no tratados, los animales solo con GEM y los ratones con vinblastina. “También hemos demostrado que nuestro enfoque puede remodelar el estroma del páncreas, que se ha correlacionado con el pronóstico y la progresión del PDAC”, resalta Alani.
El principal problema en el cáncer de páncreas es que la eficacia de estos tratamientos es muy limitada y la tasa supervivencia de cinco años no supera el 11 %. Por tanto, el cáncer de páncreas sigue siendo uno de los más letales en la actualidad, que afecta principalmente a los países desarrollados. En Europa y Estados Unidos, supone la tercera causa de muerte por cáncer y a nivel mundial ocupa el séptimo puesto.