ASTRONOMÍA
¿Hay un planeta similar a la Tierra más allá de Neptuno? Esto sugiere una nueva investigación
La investigación plantea que el planeta pudo haber sido expulsado de las regiones exteriores del sistema solar por los gigantes gaseosos.
Nuevas simulaciones sobre la creación del sistema solar sugieren que puede haber un planeta por descubrir del tamaño de la Tierra o Marte, que orbita más allá de Neptuno.
La investigación, publicada en “Annual Review of Astronomy and Astrophysics” plantea además que tal planeta pudo haber sido expulsado de las regiones exteriores del sistema solar por los gigantes gaseosos.
En este nuevo trabajo, los autores, liderados por Bertt Gladman, de la Universidad de British Columba, y Kathryn Volk, del Lunar and Planetary Institute, señalan que las simulaciones de la evolución del sistema solar aún no pueden explicar la configuración actual debido a la falta de información. Y sospechan que la información que falta involucra a un planeta que una vez rodeó al Sol en el sistema solar exterior (donde residen los gigantes gaseosos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), pero que ahora existe más allá de los bordes del sistema solar o incluso en las profundidades del espacio.
Según informa Phys.org, los autores aprecian algo extraño en la configuración actual de los planetas, que tiene cuatro planetas rocosos internos, un cinturón de asteroides y luego cuatro gigantes gaseosos en el sistema solar exterior. Más allá de los gigantes hay planetas enanos y otros objetos como cometas. Los investigadores creen que falta algo.
Sostienen que es poco probable que la evolución natural de nuestro sistema solar tenga cuatro gigantes gaseosos y luego nada más que enanos. La lógica sugiere que debería haber algunos planetas de otros tamaños, y sus simulaciones los respaldan. Agregar otro planeta del tamaño de la Tierra o Marte al sistema solar exterior, quizás entre dos de los gigantes gaseosos, produce un modelo más preciso, al menos durante las primeras etapas de desarrollo.
Eventualmente, tal planeta habría sido empujado más lejos en el espacio, ya sea uniéndose a las enanas, o fue empujado hasta el espacio interestelar, donde viajaría solo. Concluyen que si tal planeta existe en los bordes exteriores del sistema solar, los nuevos telescopios en construcción podrían detectarlo y así confirmar su teoría.
175 años del descubrimiento de Neptuno
Recientemente se cumplieron 175 años del descubrimiento del planeta Neptuno. Octavo planeta en distancia al Sol y el más lejano del Sistema Solar, es el cuarto en diámetro y el tercero en masa.
Su hallazgo desató una pugna nacionalista entre Francia y Gran Bretaña por determinar si fueron astrónomos ingleses o galos a los que correspondía el honor del descubrimiento.
Todo empezó en 1821, cuando el astrónomo francés Alexis Bouvard publicó en sus tablas astronómicas la órbita de Urano. Las observaciones revelaron perturbaciones sustanciales, que llevaron a Bouvard a lanzar la hipótesis de que la órbita de Urano debía estar siendo perturbada por algún otro cuerpo.
En 1843, el británico John Couch Adams calculó la órbita de un octavo planeta en función de las anomalías observadas en la órbita de Urano. Envió sus cálculos a sir George Airy, el astrónomo real, quien pidió más información. Adams comenzó a redactar una respuesta, pero nunca llegó a enviarla.
Mientras tanto, el francés Urbain Le Verrier publicó sus propios cálculos. En el mismo año, el británico John Herschel comenzó a abogar por el enfoque matemático y persuadió a su compatriota James Challis para buscar el planeta propuesto por Le Verrier. Después de muchas dilaciones, Challis empezó su búsqueda, reacio, en julio de 1846. Entre tanto, Le Verrier había convencido al astrónomo alemán Johann Gottfried Galle para buscar el planeta. Neptuno fue descubierto esa misma noche, el 23 de septiembre de 1846, donde Le Verrier había predicho que se encontraría. Challis más tarde se dio cuenta de que había observado previamente el planeta dos veces en agosto, sin advertirlo.
A raíz del descubrimiento, hubo mucha rivalidad nacionalista entre los franceses y los británicos sobre quién tenía prioridad y merecía crédito por el descubrimiento. Finalmente, surgió un consenso internacional sobre que tanto Le Verrier como Adams conjuntamente lo merecían. Más tarde, se constató que Galileo había dado con el planeta en 1612, pero lo confundió con una estrella.
Con información de Europa Press.