Salud
Hemorroides: la hierba medicinal antiinflamatoria que ayuda a reducir la irritación
Este mal es más común de lo que se piensa y hay ayudas naturales para contrarrestarlo.
Las hemorroides son un mal silencioso que muchos padecen, pero muy pocos se atreven a mencionar y consultar, pues existen tabúes sobre cómo se generan y muchos más alrededor de los tratamientos para sanarlas, erradicarlas, o en el peor de los casos, controlarlas, procesos que son cotidianos y sencillos, que se pueden dar con una visita al médico.
Varios portales e instituciones como Healthline informan que más del 75 % de la población de Estados Unidos, por ejemplo, han experimentado en algún momento de su vida estas venas inflamadas del recto y el ano, que se pueden presentar tanto en la parte externa como interna de estos órganos y que pueden generar dolor, picazón y hasta sangrado.
Sin embargo, además de los tratamientos médicos para tratarlas, hay otros “remedios” a base de elementos naturales que pueden beneficiar mucho a aquellos que padecen de hemorroides y necesitan hacerlas más “tolerables”.
El hamamelis es una de las plantas más idóneas para calmar un poco las hemorroides, gracias a que es un antiinflamatorio natural y por eso ayuda a reducir su tamaño, además de colaborar con la reducción de la piquiña y el dolor, usándolo en su forma líquida o en productos como jabones y toallas que lo contengan.
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Por otro lado, el aloe vera es otro de los elementos naturales que ayudan no solo a controlar las hemorroides, sino también muchas lesiones superficiales en la piel como las quemaduras. El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrada (NCCIH, por sus siglas en inglés), lo avala como “seguro” para la aplicación tópica en las hemorroides externas, tal como afirma el portal Healthline.
Los baños tibios con sales de Epsom también colaboran en esta cruzada contra las hemorroides, estos alivian la irritación y la inflamación de estas venas. Pueden hacerse a través de baños de asiento o incluir dichas sales en la tina de baño corporal completo, ojalá inmediatamente después de tener una deposición intestinal.
Otras de las opciones son los ungüentos de venta libre y las toallitas relajantes. En el caso de los ungüentos como Preparation H, se pueden encontrar fácilmente en cualquier farmacia y son de fácil uso, por lo cual pueden ayudar efectivamente a que las hemorroides se sanen de forma más rápida.
En cambio, las toallitas tienen una función especial y es reemplazar el papel higiénico después de las deposiciones, pues este puede ser muy rígido y llega a empeorar las hemorroides. Es importante que estas toallitas no contengan alcohol, pues esto irrita mucho más a las hemorroides.
Cuando hay un caso de hemorroide gigante o de gran tamaño, que suelen ser extremadamente dolorosas, las compresas frías son una gran solución. Usarlas por intervalos de 15 minutos puede aliviar el dolor y los otros síntomas que se puedan sentir y es importante que se usen envueltas en un trapo o toalla, para evitar quemaduras.
Otras de las recomendaciones cuando se padecen hemorroides es acudir a los “ablandadores de heces” o suplementos de fibra, que tal como informa el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de EE. UU., ayudan a la evacuación rápida sin mayor molestia para las venas inflamadas, reduciendo el dolor. Aun así, es propicio consultar primero con un médico si es necesario usar este tipo de ayudas.
Además, usar ropa de algodón holgada ayuda a que no se presenten fricciones con otros textiles que pueden agudizar el dolor. Adicionalmente, la transpiración es importante en la zona afectada y el algodón lo permite a la perfección. También hay que evitar suavizantes o jabones de ropa con aromas fuertes, pues podrían irritar las hemorroides.
Lo más importante es tratar de evitar las hemorroides con una dieta sana alta en fibra mayoritariamente vegetal y mantener un consumo de agua regular, que hace que el tránsito intestinal y la evacuación se haga de la forma correcta.
Ahora, hay que ir al baño apenas se sientan ganas de dar del cuerpo, pues retener las heces hace que el intestino retenga los líquidos que estas traen y las vuelven duras, el peor enemigo para el recto y el ano, pues se pueden generar dichas dolencias.