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Hemorroides: la planta medicinal que ayuda a desinflamarlas
Realizar cambios en el estilo de vida y en la dieta es la mejor forma de prevenir el desarrollo de esta afección.
Las hemorroides se caracterizan por ser venas inflamadas en el ano y el recto. Los síntomas comunes pueden incluir dolor, picazón y sangrado rectal. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que esta afección es el resultado del aumento de presión en el ano. Es posible que esto ocurra durante el embarazo, el parto y también debido al estreñimiento.
Este padecimiento puede generarse dentro o fuera del cuerpo. Las internas se presentan justo dentro del ano, donde comienza el recto. Cuando son grandes, pueden salirse (prolapso). El problema más común con las hemorroides internas es el sangrado durante las deposiciones.
En el caso de las externas se presentan por fuera del ano. Causan dificultad para limpiar la zona después de una deposición. Si se forma un coágulo de sangre en una hemorroide externa, normalmente resulta doloroso.
Según una publicación de The University of Tennessee Medical Center, todas las personas tienen tejido hemorroidal como parte de su anatomía, pero hay un porcentaje de la población para el que las hemorroides se agrandan o son sintomáticas.
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La mejor forma de prevenir el desarrollo de las hemorroides es con cambios en el estilo de vida y en la dieta, al igual que mantenerse físicamente activo y comer saludablemente ayuda a evitar problemas como el estreñimiento, que está muy relacionado con esta afección.
Los expertos recomiendan comer alimentos ricos en fibra (especialmente de plantas) y beber mucha agua, pues esto ayuda a mantener en movimiento intestinal. También aconsejan ir al baño, tan pronto se sienta la necesidad, pues retrasar la evacuación intestinal hace que los intestinos reabsorban el agua de las heces, por lo que se vuelven duras dificultando la deposición.
Remedio natural para desinflamarlas
De manera complementaria puede recurrirse a algunas alternativas caseras no solo para aliviar, sino para prevenir que este padecimiento se genere. Una de ella es el té de romero. Esta hierba se caracteriza por tener sustancias antiinflamatorias y circulatorias, por lo que mitiga las molestias que ocasionan estas venas inflamadas, según información del portal de bienestar y salud Tua Saúde. Para prepararlo se requiere de lo siguiente:
Ingredientes:
- Dos cucharadas de hojas secas de romero;
- Medio litro de agua.
Modo de preparación:
Se pone el agua al fuego hasta que alcance punto de ebullición, luego se retira y se añaden las hojas de romero. Dejar reposar unos minutos, se cuela y se bebe una taza cada seis horas.
Las bondades de la sábila
Otra opción natural es usar el gel de aloe vera. “Se piensa que tiene propiedades antiinflamatorias, las cuales pueden ayudar a reducir la irritación”, precisa el portal Healthline.
Aunque no existe suficiente evidencia clínica relacionada con la efectividad del gel de aloe vera para las hemorroides, el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrada (NCCIH, en inglés) lo clasifica como muy seguro para el uso tópico.
“Algunas personas son alérgicas al aloe vera, particularmente quienes sufren de alergia al ajo o a la cebolla. Se debe verificar que no se genere una reacción alérgica frotando una porción de gel del tamaño de una moneda de diez centavos en el antebrazo. Se espera de 24 a 48 horas y si no se presenta ninguna reacción, es seguro utilizarlo”, precisa la citada fuente.
¿Cuándo recurrir al médico?
Si las hemorroides no mejoran con los cuidados en casa y si el paciente presenta sangrado durante las deposiciones, es importante que consulte al médico.
De acuerdo con el instituto Mayo Clinic, no se debe asumir que el sangrado rectal se debe a las hemorroides, especialmente si se presentan cambios en los hábitos intestinales o si las heces cambian de color o consistencia, pues esta situación puede darse en otras enfermedades, incluido el cáncer colorrectal y el cáncer anal.
Los expertos recomiendan buscar atención de emergencia si se presentan grandes cantidades de sangrado rectal, aturdimiento, mareos o vértigo.
