Vida moderna
Hernia umbilical: ¿cuáles son los síntomas, causas y cómo identificarla?
Aunque es una afección inofensiva, se debe prestar atención especialmente cuando aparece en la infancia temprana.
Una hernia ocurre cuando una sección del intestino sobresale a través de una zona débil de los músculos abdominales, lo que hace que se vea una protuberancia por debajo de la piel.
En el caso de la hernia umbilical, la parte del intestino que sobresale lo hace a través de la abertura de los músculos abdominales cerca del ombligo. De acuerdo con el sitio web de la Mayo Clinic, de Estados Unidos, este tipo de hernias son frecuentes, especialmente en bebés prematuros, y son consideradas inofensivas, lo que quiere decir que no representan mayor gravedad ni afectación.
En el caso de los bebés, si cuando ellos lloran se nota más su ombligo, esto es una señal de que podría tener una hernia de este tipo. Generalmente, en estos casos la hernia puede cerrarse por sí sola y por el contrario en el caso de presentarse en una persona adulta, puede requerir una intervención quirúrgica.
Para identificar una hernia umbilical, basta con fijarse si hay algún tipo de abultamiento cerca del ombligo. En el caso de los bebés, se puede notar solo cuando ellos hacen algún esfuerzo, como el que requieren para intentar sentarse, toser, o como se mencionó anteriormente, para llorar. Otro señal de esta afección, que aunque no causan dolor, según los expertos, es que si puede generar molestia en el área abdominal.
En los bebés se producen porque la diminuta abertura por la que pasa el cordón umbilical durante la gestación, no se cierra completamente. La hernia puede aparecer en el nacimiento o más adelante en la vida del niño.
Por otra parte, en los adultos puede aparecer a causa de una excesiva presión abdominal, que puede ser causada por obesidad, embarazos múltiples, líquido en la cavidad abdominal, alguna cirugía abdominal previa o una diálisis peritoneal.
Aunque no son un problema de gravedad, si vale la pena prestar atención a ciertas señales que podrían indicar que se requiere de intervención médica. En el caso de los bebés, pueden presentar dolor, vomito e inflamación y sensibilidad en el lugar dónde está la hernia. Dado que los síntomas de este tipo de hernia en los bebés pueden ser similares a los de otros trastornos o problemas de salud, es siempre recomendable consultar con los especialistas.
Para los adultos las señales para acudir al médico, es si la protuberancia cerca al ombligo aparece con dolor, y también si el área presenta sensibilidad. Para diagnosticar que alguien padece una hernia umbilical, a parte de la revisión física del paciente, puede requerirse diagnóstico de imágenes, cómo lo pueden ser una ecografía abdominal o una tomografía, métodos que ayudarían además a detectar complicaciones relacionadas.
En la mayoría de los casos cuando hay una hernia umbilical en un bebé, esta se cierra por sí sola durante sus primeros dos años de vida, en algunos casos puede ser empujada hacia adentro del abdomen, pero este procedimiento debe hacerlo un médico preparado para eso.
Si eso no ocurre, puede requerir tratamiento médico en caso de que se vuelva dolorosa, y que tenga un diámetro de más de uno o dos centímetros, si se nota que durante los dos primeros años del bebé no disminuye su tamaño. Si no desaparecen incluso en el plazo de los primeros cinco años del niño, puede ocurrir que la hernia haya quedado atrapada o que esté bloqueando el intestino.
La cirugía en adultos se sugiere para evitar complicaciones, sobre todo si la hernia umbilical aumenta de tamaño y causa dolor. El procedimiento consiste en hacer una incisión junto al ombligo, para poder regresar el tejido a la cavidad abdominal y cerrar con puntos la abertura en la pared abdominal.
Bien sea porque se haya cerrado haya requerido cirugía, es poco probable que este tipo de hernia vuelva a aparecer. Solo se corre el riesgo en caso de que se haya dañado el intestino.