VIDA MODERNA
Hidratación: cinco mitos frecuentes que pueden afectar la salud
El organismo está compuesto en su mayoría por agua.
Como es bien sabido, al agua se le conoce como el líquido vital y su nombre está muy bien justificado. Su presencia es necesaria para la supervivencia del ser humano y de muchas de las especies de flora y fauna que le rodean.
De acuerdo con la Fundación Aquae, la cual vela por la protección de las fuentes de esta sustancia, este recurso es indispensable para el correcto funcionamiento del medioambiente, en el que están inmersas las personas, ya que garantiza la realización de los procesos biológicos que tienen lugar en los ecosistemas.
Es más, este líquido compone la mayor parte del cuerpo humano, alcanzando incluso hasta dos terceras partes del peso de una persona. El agua, según explica el portal de Sanitas, está contenida en la sangre, la estructura ósea y la masa muscular. Motivo por el cual los profesionales insisten en la recomendación de tener una hidratación adecuada para evitar problemas en la salud.
¿Cómo pierde agua el cuerpo?
El agua o líquidos que se consumen no se quedan acumulados en una parte en el organismo, a menos que una condición de salud así lo propicie, en cambio, estos se movilizan por el cuerpo transportando los nutrientes a los distintos sistemas del cuerpo y facilitando los procesos internos que son necesarios para la vida.
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Tras cumplir con su función, los desechos originados son filtrados y luego desechados por medio de la orina. Pero no es la única forma en la que el cuerpo pierde líquidos, también sucede con la sudoración y la respiración, explican desde el portal de Sanitas.
¿Es suficiente la cantidad de agua que se recibe a partir de los alimentos?
Varios de los alimentos que hacen parte de la dieta diaria contienen una composición rica en agua, especialmente ciertas frutas como el melón o la sandía. No obstante, las personas no deben confiarse en que con la ingesta de las comidas es suficiente para obtener la cantidad mínima recomendada de agua al día.
“Incluso si nuestra dieta es extremadamente rica en fruta, verdura y sopa, probablemente no superemos el 30-40 % de la ingesta de agua total”, indican desde la organización Hydration for Health.
¿Entonces es preferible centrarse en el consumo del líquido como tal?
Tampoco es cierta esta creencia. Al igual que sucede con muchos de los nutrientes esenciales para el organismo, como la vitamina D que se obtiene a partir de fuentes diferentes (la exposición al sol y los alimentos), el consumo de agua no se restringe a la bebida.
Lo ideal es equilibrar la alimentación de tal forma que se contengan ingredientes que aporten este líquido, pero además acompañar la rutina diaria con uno que otro vaso de agua. Según detallan investigaciones referenciadas por el portal Men’s Health, es aún más sencillo mantenerse hidratado si los líquidos provienen de una alimentación con ingredientes ricos en agua y con un buen sabor, como las frutas y verduras.
¿Se deben tomar ocho vasos de agua al día?
Pese a la popularidad que ha tomado esta afirmación, no es en estricto cierta. Tal como ocurre con las prescripciones que entregan los médicos, por ejemplo, esta medida depende de la condición de salud de las personas y de su estilo de vida. Es así como no se puede definir una regla única.
Más bien, explican desde Men’s Health, la cantidad de agua requerida por un individuo está sujeta a si practica o no actividad física, a la temperatura del ambiente en el que viva, a su peso corporal y a las afecciones existentes que demanden menor o mayor cantidad de líquidos.
Un indicador de si se está o no bebiendo el agua suficiente es la orina, ya que cuando la orina es demasiado oscura puede ser señal de deshidratación.
La salud no depende de la hidratación
Algo de cierto tiene la afirmación: la salud no depende únicamente de la hidratación, otros factores también pueden influir en el estado del organismo. Sin embargo, sí es importante que el cuerpo reciba la cantidad de líquidos necesarios para funcionar, de lo contrario se pone en riesgo la vida.
“La deshidratación puede afectar a tu rendimiento físico y cognitivo, y a la salud general”, agregan desde el portal Runners World.