Vida Moderna

Hierbabuena: ¿cómo consumirla para aliviar el dolor de estómago?

Los efectos secundarios de la hierbabuena no son muy comunes.

27 de octubre de 2022
Hierbabuena
La hierbabuena también es utilizada en la cocina para sazonar o preparar té, batidos o jugos. | Foto: Getty Images/Image Source

Casi todas las personas experimentan alguna vez dolor en de estómago y, la mayoría de las veces, no es algo serio, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, explicó que muchas afecciones diferentes pueden causar dolor abdominal, pero las causas menos graves incluyen:

  • Intoxicación alimentaria.
  • Gastroenteritis viral.

Otras posibles causas son:

  • Apendicitis.
  • Aneurisma aórtico abdominal (abultamiento y debilitamiento de la arteria más importante del cuerpo).
  • Oclusión o bloqueo intestinal.
  • Cáncer del estómago, el colon (intestino grueso) y otros órganos.
  • Colecistitis (inflamación de la vesícula) con o sin cálculos.
  • Disminución del riego sanguíneo a los intestinos (isquemia intestinal).
  • Diverticulitis (inflamación e infección del colon).
  • Endometriosis.
  • Acidez gástrica, indigestión o reflujo gastroesofágico (ERGE).
  • Enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn o colitis ulcerativa).
  • Cálculos renales.
  • Distensión muscular.
  • Pancreatitis (inflamación o infección del páncreas).
  • Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
  • Ruptura de un quiste ovárico.
  • Cólicos menstruales intensos.
  • Embarazo tubárico (ectópico).
  • Úlceras.
  • Infecciones urinarias (IVU).

Por tal razón, el portal Mejor con Salud reveló que la infusión de hierbabuena es ideal para tratar el dolor de estómago, pues según, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde “contiene compuestos como la carvona, con acción antiespasmódica y efectos calmantes que ayudan a aliviar los cólicos del tracto digestivo, la mala digestión, los gases y puede mejorar los síntomas de síndrome de intestino irritable, como los dolores e hinchazón.

También, esta hierba ayuda a disminuir las náuseas, los vómitos, además de la acidez, por activar la producción de bilis”.

Dicho lo anterior, para obtener los beneficios de la planta se necesitan diez hojas frescas de hierbabuena y un litro de agua. Enseguida, se debe hervir el agua y cuando esté en su punto de ebullición se agregan las hojas. Después, se deja reposar la bebida por diez minutos y finalmente se debe colar y se consume.

No obstante, Medline Plus explicó que la dosis apropiada de menta verde depende de muchos factores tales como la edad de la persona, el estado de salud y varias otras condiciones.

“En este momento no hay suficiente información científica para determinar un rango de dosis apropiado para el uso de la menta verde. Recuerde que los productos naturales no siempre son necesariamente naturales y las dosificaciones pueden ser importantes. Asegúrese de seguir las instrucciones correspondientes en los rótulos de los productos y consulte con su farmacéutico, médico o proveedor de salud antes de usarla”, explica Medline Plus en su página web.

Sobre la misma línea, el portal portugués indicó que “la hierbabuena se debe evitar en personas con reflujo grave o hernia de hiato, además de los niños menores de cinco años, pues el mentol contenido en la menta puede causar falta de aire y asfixia”.

Otra contraindicación es para “las personas con problemas renales o daños del hígado, pues deben consumir esta hierba con mucha moderación, evitando el uso de grandes cantidades, siendo indicado solo bajo autorización médica”.

Adicionalmente, el portal portugués indica que, “en mujeres embarazadas, la hierbabuena puede llegar a ser insegura, principalmente cuando se toma por vía oral en grandes cantidades, ya que podría dañar el útero”.

El té de hierbabuena tiene propiedades expectorantes y antisépticas.
El té de hierbabuena tiene propiedades expectorantes y antisépticas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.