SALUD

Hígado: estos seis alimentos ayudan a prevenir enfermedades hepáticas

Los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar, pero habitualmente incluyen hinchazón del abdomen y las piernas, tener moretones con facilidad y cambios en el color de las heces y la orina.

1 de diciembre de 2021
Hígado graso
Comer alimentos saludables para el hígado puede ayudar a disminuir el daño causado por una enfermedad hepática. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El hígado es el órgano de mayor tamaño dentro del cuerpo después de la piel y desempeña funciones clave para el organismo, como ayudar a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas.

De igual manera, una lesión de larga duración puede causar cirrosis. Un posible signo de la enfermedad del hígado es cuando la piel se pone de color amarillo, lo que se conoce como ictericia.

Los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar, pero habitualmente incluyen hinchazón del abdomen y las piernas, tener moretones con facilidad, cambios en el color de las heces y la orina, y piel y ojos amarillentos; sin embargo, también hay algunos casos en los que no se presenta ninguna señal, indica la biblioteca médica Medline Plus.

La alimentación juega un papel clave en la protección y cuidado del hígado, pues no todos los alimentos cumplen la misma función. Esto se da especialmente si la persona tiene una afección como cirrosis o hepatitis C, que pueden dificultar que el hígado filtre los alimentos y los nutrientes como debería.

Consumir algunos alimentos saludables puede ayudar a disminuir el daño causado por una enfermedad hepática. Estos son algunos de ellos, según el portal especializado Healthline.

Aguacates

Estos frutos ofrecen muchos beneficios para la salud. Algunas investigaciones han encontrado que el consumo moderado de aguacates como parte de una dieta equilibrada se asocia con la pérdida de peso y la mejora general de las pruebas de función hepática. Una de las conclusiones es que algunos de estos efectos están relacionados con el alto contenido de fibra, aceite saludable y contenido de agua de los aguacates.

Café

Una taza de café diaria puede desempeñar un papel clave en la salud del hígado. Según Healthline, hay estudios que sugieren que el café reduce el riesgo de cirrosis, cáncer y fibrosis en el hígado. En cantidades regulares y moderadas puede incluso ayudar a retrasar el curso de las enfermedades hepáticas existentes. La clave de estos beneficios es beber café a diario y sin azúcar ni cremas grasas añadidas.

Pescados grasos

El pescado es una alternativa frente a otras carnes para preservar la salud del hígado. El pescado azul como el salmón puede ayudar a reducir la inflamación y la acumulación de grasa en este órgano. Este tipo de pescado tiene un alto contenido de ácidos grasos omega 3, que son buenos para la salud del corazón y el cerebro. Si la persona no puede consumir pescado, los suplementos de aceite de pescado pueden ser una opción, pero lo mejor es siempre consultar primero con el médico.

Aceite de oliva

Al igual que los aguacates, se ha descubierto que el aceite de oliva ayuda a reducir la incidencia de enfermedades hepáticas y cardiovasculares cuando se consume durante un período prolongado. El consumo frecuente de aceite de oliva puede incluso disminuir los niveles de colesterol LDL (malo), así como los triglicéridos en la sangre. No obstante, el aceite de oliva es rico en calorías, por lo que el control de las porciones es fundamental.

Nueces y frutos secos
Las nueces son ideales para cuidar el hígado porque contienen grasas saludables. | Foto: Getty Images

Nueces

Cuando se consumen en pequeñas cantidades, las nueces, son refrigerios ricos en nutrientes y en grasas saludables. Además de mejorar la salud cardiovascular, los frutos secos también pueden ayudar a reducir la incidencia de enfermedades hepáticas. De todos los tipos de nueces, el nogal se encuentra entre las más beneficiosas para reducir la enfermedad del hígado graso. Esto se debe a su mayor contenido de antioxidantes y ácidos grasos. Los nogales tienen la mayor cantidad de ácidos grasos omega 6 y omega 3, así como antioxidantes polifenólicos.

Carbohidratos complejos

Si bien lo ideal no es llevar una dieta abundante en carbohidratos, esta sí debe ser balanceada e incluir carbohidratos, proteínas y grasas saludables. Los carbohidratos complejos son mejores que los simples porque se metabolizan más lentamente y previenen grandes fluctuaciones en los niveles de insulina. La insulina es una hormona involucrada en el uso del azúcar y la fabricación de proteínas. Los carbohidratos no refinados también tienen nutrientes esenciales como zinc, vitaminas B y niveles más altos de fibra, que son importantes para un hígado y un metabolismo saludables. Lo ideal es que sean integrales: pan y pasta integral, arroz integral, centeno y maíz.