Hígado: estos son los hábitos que ayudan a fortalecerlo

El hígado es uno de los órganos del cuerpo que mayor cuidado requiere. Es el encargado de regular la mayoría de los niveles de sustancias químicas de la sangre y secreta una sustancia denominada bilis, que ayuda a transportar los desechos desde este órgano, reseña el Lucile Packard Children’s Hospital en Stanford, que forma parte del sistema de salud de la Universidad de Stanford.

De hecho, toda la sangre que sale de los intestinos y del estómago pasa por el hígado, el cual se encarga de procesarla y separa sus componentes, luego los equilibra y crea los nutrientes. A la vez, este órgano cumple la función de descomponer los medicamentos para que el cuerpo pueda utilizarlos con mayor facilidad. El hospital de Stanford afirma que, hasta la fecha, se han identificado más de 500 funciones vitales del hígado.

El estilo de vida juega un rol fundamental en la salud de todas las personas, por ende, en la salud del hígado. Algunos cambios en la rutina, tales como practicar ejercicio y adentrarse en una dieta saludable podrían marcar un antes y un después en su bienestar y beneficiar a este importante órgano. En ese sentido, el portal dedicado a los cuidados de la salud y bienestar MejorConSalud enumera una serie de hábitos que se pueden poner en marcha para fortalecer el hígado.

Escuchar el cuerpo

Hay ocasiones en las que el cuerpo pide el consumo de alimentos entre horas: hay que escucharlo. Al respecto, el portal explica que es una oportunidad para que la persona le provea al organismo alimentos que le hagan bien, optando por una porción de frutas o un yogur con probióticos antes de pensar en un paquete de papas o un refresco comercial. Hay diversos productos naturales en la alacena que pueden ser una excelente opción para la merienda.

Beber agua

A lo largo del tiempo los expertos han sugerido beber cantidades específicas de agua, unas mayores que otras, pero Mayo Clinic aclara que no se trata de una cifra global que cobije a todos los seres humanos. Lo anterior debido a que el agua que necesita cada persona depende de muchas variables, como el estado de salud, el nivel de actividad y hasta el lugar de residencia.

“No hay una fórmula única para todos. Pero saber más sobre la necesidad de líquidos de tu cuerpo te ayudará a calcular la cantidad de agua que debes beber cada día”, señala.

Las personas pierden agua a diario mediante la respiración, la transpiración, la orina y las deposiciones. Para que el organismo cuente con la capacidad de reemplazar esa agua perdida y hacer que el cuerpo funcione de forma correcta, es necesario consumir alimentos y bebidas que suplan esta necesidad.

En ese sentido, de acuerdo con las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, un adulto promedio y saludable que vive en un clima templado debe consumir aproximadamente 3,7 litros de líquidos al día, en el caso de los hombres. Las mujeres, por su parte, deben ingerir cerca de 2,7 litros de líquidos al día.

Tener precaución con la sal y el azúcar

MejorConSalud explica que el consumo en exceso de la sal y el azúcar es perjudicial para la salud, así lo han comprobado diversos estudios en la materia. Por un lado, la sal supone un esfuerzo extra para el hígado, por lo que su consumo debe ser moderado. Entre tanto, sobre el azúcar el portal explica que cuando se trata de azúcar refinado el hígado lo convierte en grasa y colesterol, siendo dañino para el organismo.

Comer con calma

“Del afán no queda sino el cansancio”, reza el adagio popular y se ajusta cuando de comer se habla. Es necesario destinar un tiempo específico para cada comida del día, el cual dé chance a la persona de masticar muy bien los alimentos hasta volverlos papilla para ahí sí poderlos tragar. Este hábito tan sencillo de poner en práctica favorecerá el tránsito digestivo.

Alimentación

Conviene aumentar el consumo de legumbres para fortalecer la salud del hígado. A la par, MejorConSalud sugiere la ingesta de alimentos ricos en fibra, que ayudan a evitar el estreñimiento. Del mismo modo, se debe evitar el consumo de alimentos que sean irritantes para el hígado, como es el caso de la comida que ostenta altos contenidos de grasa.