Salud

Hígado graso: cómo incluir el tamarindo en la dieta para curarlo

El cuerpo arroja señales con las que se debe estar atento para prevenir enfermedades hepáticas.

8 de enero de 2022
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El hígado graso es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El hígado es un órgano clave para ayudar al cuerpo a eliminar toxinas. Puede verse como un sistema de filtrado que ayuda a eliminar los subproductos nocivos y al tiempo aporta para que el organismo retenga los nutrientes de los alimentos que consume.

Los problemas hepáticos pueden ser causados por una variedad de factores que dañan el hígado, como los virus, el consumo de alcohol y la obesidad.

Además, existen muchos tipos de enfermedades hepáticas: enfermedades causadas por virus, como la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C; enfermedades causadas por drogas, venenos o toxinas, o por ingerir demasiado alcohol. Los ejemplos incluyen enfermedad por hígado graso y cirrosis, cáncer de hígado, enfermedades hereditarias como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.

Los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar, sin embargo los más comunes, y por los que se debe prestar atención, según Mayo Clinic, son:

  • Tendencia a formar moretones con facilidad.
  • Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia).
  • Pérdida del apetito.
  • Hinchazón y dolor abdominal.
  • Náuseas o vómitos.
  • Picazón en la piel.
  • Fatiga crónica.
  • Orina de color oscuro.
  • Color pálido de las heces.

Por lo anterior, es importante mantener hábitos que eviten las enfermedades hepáticas o regulen los síntomas para quienes padecen hígado graso. También, hay una variedad de medicamentos químicos o naturales, recetados por el doctor, que pueden ser usados con constancia.

Entre dichos remedios naturales, se encuentra el tamarindo, el cual, gracias a sus altos contenidos de vitamina A, magnesio, hierro, potasio y calcio, se considera un aliado para la salud.

De hecho, el portal Su médico indicó que, en un estudio realizado por Universidad Médica de Hainan, el consumo de tamarindo previene el desarrollo del hígado graso.

Para consumirlo se puede preparar en té, dejando hervir dos trozos de esta fruta en agua, refrigerándola y, más tarde, bebiéndola. Se recomienda no endulzar y también es posible comer la fruta en trozos.

Hábitos para mantener un hígado sano

El medio especializado en salud Pleni Lunia ha listado una serie rutinas que pueden evitar enfermedades hepáticas:

  1. Si se sufre de sobrepeso o diabetes se debe consultar al médico de cabecera para evitar daños en el hígado derivados de dichos padecimientos.
  2. Beber alcohol moderadamente.
  3. Tomar agua diariamente y en abundancia.
  4. Evitar el consumo de azúcar excesivo.
  5. Si se sufre de estreñimiento, es importante mitigar los síntomas para prevenir enfermedades hepáticas.
  6. Consumir porciones de frutas y verduras diariamente.
  7. Vacunarse contra la hepatitis B.
  8. Hacerse chequeos regulares que descarten afecciones derivadas del hígado como fibrosis, cirrosis, hepatitis B o C.

Así mismo, es importante ejercitarse regularmente para mantener un estado de físico saludable. Según la Fundación canadiense para la salud hepática, citada por el medio Mejor con Salud, el ejercicio constante es imprescindible para conseguir un hígado sano, limpio y fuerte.

Otros alimentos que ayudan a prevenir enfermedades hepáticas

  • Aguacate

Algunas investigaciones han encontrado que el consumo moderado de aguacates como parte de una dieta equilibrada se asocia con la pérdida de peso y la mejora general de las pruebas de función hepática. Una de las conclusiones es que algunos de estos efectos están relacionados con el alto contenido de fibra, aceite saludable y contenido de agua de los aguacates.

  • Pescados grasos

El pescado es una alternativa frente a otras carnes para preservar la salud del hígado. El pescado azul como el salmón puede ayudar a reducir la inflamación y la acumulación de grasa en este órgano. Este tipo de pescado tiene un alto contenido de ácidos grasos omega 3, que son buenos para la salud del corazón y el cerebro.

  • Café

Una taza de café diaria puede desempeñar un papel clave en la salud del hígado. Según Healthline, hay estudios que sugieren que el café reduce el riesgo de cirrosis, cáncer y fibrosis en el hígado. En cantidades regulares y moderadas puede, incluso, ayudar a retrasar el curso de las enfermedades hepáticas existentes. La clave de estos beneficios es beber café a diario y sin azúcar ni cremas grasas añadidas.