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Hígado graso: las señales y síntomas que se manifiestan en la piel

El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo.

10 de marzo de 2022
Médicos que examinan el hígado humano en busca de hepatitis
El hígado graso es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El hígado es el órgano interno más grande dentro del cuerpo y tiene como función ayudar a digerir los alimentos, almacenar la energía y eliminar las toxinas del cuerpo. El diagnóstico de un hígado graso, conocido también como esteatosis hepática, es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de manera excesiva en las células hepáticas.

Aunque se desconocen las causas del hígado graso, los especialistas han detectado que es más común en personas que tienen diabetes tipo 2, prediabetes, obesidad, mediana o avanzada edad, se presenta en quienes padecen de colesterol alto o presión arterial alta, toman corticoides, tienen trastornos metabólicos o pierden peso de manera rápida.

Aunque la mayoría de los casos son asintomáticos, o solo se manifiestan cuando se convierte en un problema de mayor cuidado, es posible detectar el hígado graso por la presencia de intensos dolores de cabeza, por mala digestión y sensación de inflamación en la zona donde está ubicado este órgano. Este es un problema reversible y depende, en su mayoría, de una buena alimentación y de la reducción de alcohol y de grasas en la dieta, así lo explicó el portal web de medicina Medline Plus.

Por su parte, Mayo Clinic menciona otros síntomas que pueden presentarse cuando se padece esta enfermedad:

Médicos que examinan el hígado humano en busca de hepatitis
El hígado graso es una condición que se produce cuando los ácidos grasos y triglicéridos se retienen de forma excesiva en las células hepáticas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Según el medio, en los Estados Unidos esta es la forma más común de enfermedad hepática crónica, y afecta aproximadamente a una cuarta parte de la población.

Cabe mencionar que una alimentación sana y equilibrada mantendrá de manera sana a todos los órganos del cuerpo, incluyendo el hígado; es importante acompañar el plan de alimentación con actividad física regular y con una buena hidratación. Los expertos recomiendan consumir de seis a ocho vasos de agua al día, lo que equivale a dos o tres litros.

Factores de riesgo

Algunas enfermedades y afecciones pueden aumentar el riesgo de padecer este síntoma, como las siguientes:

  • Colesterol alto
  • Niveles altos de triglicéridos en la sangre
  • Síndrome metabólico
  • Obesidad, particularmente cuando la grasa se concentra en el abdomen
  • Síndrome del ovario poliquístico
  • Apnea del sueño
  • Diabetes tipo 2
  • Baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo)
  • Baja actividad de la glándula pituitaria (hipopituitarismo)

El hígado graso es más probable en estos grupos:

  • Personas mayores.
  • Personas con diabetes.
  • Personas con grasa corporal concentrada en el abdomen.

Prevención

  • Consumir una dieta saludable: para evitar esta enfermedad es indispensable elegir una dieta saludable rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables con las nueces, el aguacate y el aceite de oliva.
  • Mantener un peso saludable: si se padece de sobrepeso u obesidad, se debe reducir el número de calorías que se consumen al día, además se debe realizar ejercicio. Si se tiene un peso saludable, la idea es mantenerlo eligiendo una dieta saludable y haciendo actividad física de manera regular.
  • Hacer ejercicio: se recomienda hacer actividad física la mayoría de los días de la semana.

Alimentos que se deben evitar para cuidar el hígado

  • Alimentos con grandes cantidades de grasas saturadas: el medio menciona que esta es una tarea difícil, pero necesaria para mejorar la salud del hígado y sugiere evitar los siguientes alimentos: chocolate, queso amarillo, productos de pastelería en general, queso crema, galletas de mantequilla, embutidos (mortadela, salchichas, tocineta, jamón, chorizo); mantequilla, mayonesa, margarina, salsas y comidas rápidas.
  • Evitar alimentos industrializados y procesados: estos contienen grandes cantidades de azúcar de mesa, como los jugos industrializados, galletas, refrescos o gaseosas, tortas y ponqués.
  • Se deben evitar siempre las comidas congeladas y rápidas.
  • Evitar el pan, el arroz y la pasta blanca.
  • No ingerir bebidas alcohólicas.

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