Salud
Hígado graso: revelan los mejores ejercicios para mejorarlo
Un estilo de vida saludable mantendrá al organismo lejos de enfermedades hepáticas.
El hígado es un órgano clave para ayudar al cuerpo a eliminar toxinas. Puede verse como un sistema de filtrado que ayuda a eliminar los subproductos nocivos y al tiempo aporta para que el organismo retenga los nutrientes de los alimentos que consume.
Los problemas hepáticos pueden ser causados por una variedad de factores que dañan el hígado, como los virus, el consumo de alcohol y la obesidad.
Además, existen muchos tipos de enfermedades hepáticas: causadas por virus, como la hepatitis A, la B y la C; causadas por drogas, venenos o toxinas, o por ingerir demasiado alcohol. Los ejemplos incluyen enfermedad por hígado graso y cirrosis, cáncer de hígado, enfermedades hereditarias como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.
Los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar, sin embargo los más comunes, y por los que se debe prestar atención, según Mayo Clinic, son:
- Tendencia a formar moretones con facilidad.
- Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia).
- Pérdida del apetito.
- Hinchazón y dolor abdominal.
- Náuseas o vómitos.
- Picazón en la piel.
- Fatiga crónica.
- Orina de color oscuro.
- Color pálido de las heces.
Por lo anterior, es importante mantener hábitos que eviten las enfermedades hepáticas o regulen los síntomas para quienes padecen hígado graso. Entre estos, se encuentra el ejercicio constante para reducir el peso corporal y evitar complicaciones.
El portal especializado Oncosalud listó los más recomendados para aquellas personas que padecen hígado graso.
- Correr: se ha considerado uno de los ejercicios más completos pues se trabaja con varios músculos, facilitando “la pérdida de peso y la tonicidad muscular”.
- Aeróbicos: si antes de realizarlos se ha llevado un vida sedentaria, es necesario comenzar con aeróbicos moderadas y subir la intensidad poco a poco.
- Bicicleta: este ejercicio se ha popularizado entre los jóvenes; sin embargo, para aquellos que sufren hígado graso se recomienda realizarlo para quemar calorías, “aumentar la capacidad pulmonar y mejorar el equilibrio”.
- Caminar: se aconseja realizar esta actividad alrededor de media hora diaria durante siete días a la semana. Si se realiza de forma constante, se notará la reducción de peso.
Al momento de comenzar cualquiera de las actividades anteriores, se debe consultar con un especialista para no afectar otras comorbilidades. Por ejemplo, aquellos que posean problemas en las rodillas deben limitar algunos esfuerzos físicos para no empeorar su condición.
Por otro lado, para mantener un hígado saludable se deben evitar algunos alimentos, según Vidae, del portal Mundodeportivo, estos son algunos:
- Azúcar: cuando se consume este producto con regularidad alta, se producirán grasas que se depositarán en el hígado y causarán inflamación.
- Alcohol: este tipo de bebidas siempre serán el enemigo número uno de las enfermedades hepáticas. Esto se debe a que al metabolizarse e ingresar al organismo, provoca un aumento de triglicéridos generando sustancias que dañan las células del hígado.
- Carne roja: las grasas saturadas que contiene la carne favorecen al desarrollo de hígado graso. Se recomienda el consumo moderado y la priorización de carne blanca como pollo o pescado.
- Sal: este producto puede ocasionar retención de líquidos, lo que en ocasiones hace que las personas aumenten de peso y, por lo tanto, se obliga al hígado a trabajar más de lo normal afectándolo en gran medida.
- Lácteos: ciertos productos lácteos, como los quesos muy madurados, llevan una alta cantidad de sodio, algo que no beneficia a cuidar el hígado en absoluto. Se recomienda que, si se consumen estos productos, sean 0 % grasa, es decir, que no sean derivados de leche entera.