Vida moderna
Hipertensión: ¿cómo controlarla con una dieta saludable?
Esta enfermedad es más frecuente en personas mayores de 40 años, aunque también puede presentarse a cualquier edad.
La hipertensión arterial es una de las afecciones de salud más comunes en la sociedad del siglo XXI; consiste en el aumento en los niveles de la presión sanguínea y, como no produce síntomas, puede pasar inadvertida.
Lo que le ocurre a una persona que padece esta enfermedad es que, cuando su corazón late, ejerce demasiada presión sobre las arterias, bombeando sangre con gran fuerza en las paredes arteriales.
Esto supone un sobreesfuerzo para el músculo cardiaco, por lo que responde aumentando su masa muscular, y esto puede producir arritmias. A ese factor de riesgo se le suma que la elevación de la presión arterial también puede causar la rotura de una arteria, una hemorragia cerebral, insuficiencia renal, alteraciones en la visión, entre otras.
Los niveles normales de presión arterial
Según expertos, los niveles máximos de presión arterial sistólica (cuando el corazón está bombeando) son entre 120 y 129 mmHg, y los de la diastólica (cuando el corazón no está bombeando) están entre 80 y 84 mmHg.
Las cifras más bajas que esas pueden considerarse normales. Sin embargo, valores como 90/60 o menores, se consideran propios de presión arterial baja o hipotensión.
Los niveles de presión arterial normal-alta
En este caso, los niveles de presión arterial sistólica (máxima) pueden estar entre 130-139 mmHg, y los de diastólica (mínima) entre 80-89 mmHg.
Para diagnosticar esta enfermedad se usa un procedimiento de medición con unos aparatos llamados esfingomanómetros o tensiómetros. Usualmente, un brazalete aprieta la arteria de la parte superior del brazo que registra los niveles de la presión arterial y los hace visibles a través de una pantalla digital. En algunos puntuales y, para facilitar un diagnóstico, se practican pruebas con un holter de presión arterial que brinda mediciones más exactas.
Como la presión arterial cambia a lo largo del día y de la noche, la medición se debe hacer siempre a la misma hora. Puede que el doctor complemente el estudio con algunos análisis de laboratorio de sangre y orina y con un electrocardiograma.
Esta condición se puede controlar, teniendo un estilo de vida saludable. Como ya sabemos, los alimentos que consumimos determinan el funcionamiento de nuestro organismo. Por lo que la presión arterial se puede nivelar con ayuda de una adecuada alimentación.
Un nutricionista es el especialista idóneo, quien puede recetar una dieta diaria específica. Sin embargo, hay alimentos que, en general, ofrecen grandes beneficios y reducen el riesgo de padecer hipertensión o, en caso de ya ser diagnosticado, disminuyen los riesgos.
Para esto, existe un régimen alimenticio que tiene un enfoque especial para controlar la hipertensión.
Se trata de el Dietary Approaches to Stop Hypertension (enfoque dietético para detener la hipertensión) o por sus siglas (DASH).
¿En qué consiste la dieta DASH?
-Reducir el consumo de sodio (sal o sodio) a menos de 2,3 miligramos diarios.
-Evitar los productos procesados.
-Reducir el consumo de grasas totales, a un 27% de las calorías diarias.
- Consumir lácteos bajos en grasa.
- Elegir solo grasas monoinsaturadas, presentes en alimentos de plantas, como nueces, aguacates y aceites vegetales como de oliva.
- No consumir productos refinados.
-Comer granos integrales.
- Consumir frutas y verduras por su aporte de fibra y potasio.
- Consumir 30 gramos de fibra al día.
-Comer frutos secos.
- Consumir proteínas magras.
-Reducir el consumo de proteínas a menos del 18 % de las calorías totales del día.
Otras recomendaciones
- No fumar, ya que el tabaco aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
- No tener un consumo excesivo de alcohol.
- Controlar el peso.
- Hacer ejercicio.