Vida Moderna
Hipertensión: ¿qué alimentos incorporar a la dieta para bajar los niveles?
La hipertensión arterial no controlada puede generar discapacidad, una mala calidad de vida o incluso un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular letal, señala Mayo Clinic.
Son múltiples los efectos perjudiciales en el organismo que puede generar la presión alta. Entre ellos se encuentra ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y discapacidad.
“La presión arterial alta (hipertensión) puede dañar de manera discreta el organismo durante años antes de que se manifiesten los síntomas. La hipertensión arterial no controlada puede generar discapacidad, una mala calidad de vida o incluso un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular letal”, señala Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Para prevenir la presión arterial alta, expertos señalan que se deben incluir cambios de estilo de vida saludables para el corazón y medicamentos. Por ello, se recomiendan algunos alimentos. Entre ellos se destacan los frutos rojos, el banano, la remolacha, la avena, las verduras, las legumbres y los pescados grasos.
El portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde destaca otros alimentos que también podrían ayudar a bajar la presión, estos son: granada, té verde, semillas de calabaza, cacao, ciruela pasa, uva, yogur, cúrcuma, semilla de linaza, jengibre, ajo y arándanos azules.
Recomendaciones mantener la presión estable
Hacer ejercicio regularmente: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos, o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
Reducir el consumo de sodio: el efecto del consumo de sodio en la presión arterial varía entre un grupo de personas y otro. En general, limita el sodio a 2.300 mg por día o menos. Pero un consumo más bajo de sodio (1.500 mg/día o menos) es ideal para la mayoría de los adultos.
Reducir el estrés: este factor puede contribuir a una presión arterial alta si la reacción al estrés es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.
No fumar: a los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo. A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar y, dentro de un año de haberlo dejado, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad.
Reducir el consumo de alcohol: para los adultos sanos, beber alcohol con moderación significa hasta una copa por día. Para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, hasta dos diarias.
Bajar el consumo de cafeína: la cafeína puede elevar la presión arterial en aquellos que no la consumen con frecuencia. Pero existe la posibilidad de que las personas que beben café con regularidad presentan un efecto leve o nulo en la presión arterial.