hipo crónico
El hipo crónico se diagnostica cuando este malestar dura más de dos días. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Hipo: ¿cómo quitarlo en solo minutos y de manera natural?

En pocas ocasiones, el hipo puede durar días, semanas o meses.

25 de abril de 2022

El hipo es un movimiento involuntario (espasmo) del diafragma, el músculo que se encuentra en la base de los pulmones, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

A cada contracción le sigue un cierre repentino de las cuerdas vocales, lo cual produce el característico sonido de ‘hip’.

La biblioteca también explicó que, a menudo, el hipo comienza sin razón aparente y con frecuencia suele desaparecer después de algunos minutos; en pocas ocasiones, puede durar días, semanas o meses, lo cual puede ocasionar adelgazamiento y agotamiento.

Además, es importante señalar que el hipo es común y normal en recién nacidos y en bebés.

Sobre la misma línea, Medline Plus indicó que las causas pueden incluir:

  • Cirugía abdominal.
  • Enfermedad o trastorno que irrite los nervios que controlan el diafragma (incluyendo pleuresía, neumonía o enfermedades de la parte superior del abdomen).
  • Alimentos o líquidos picantes o condimentados.
  • Beber demasiado alcohol.
  • Cambios bruscos de temperatura.
  • Tragar aire al mascar goma o chupar caramelos.
  • Emanaciones nocivas.
  • Accidente cerebrovascular o tumor que afecte el cerebro.

No obstante, por lo general, no hay una causa específica para el hipo.

Sobre el hipo prolongado, una causa es el daño o la irritación de los nervios vagos o frénicos que asisten al músculo del diafragma y algunos factores que pueden causar daño o irritación en esos nervios son:

  • Un pelo o algo en el oído que toca la membrana del tímpano.
  • Un tumor, quiste o bocio en el cuello.
  • Reflujo gastroesofágico.
  • Dolor de garganta o laringitis.

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, también señaló que un tumor o una infección en el sistema nervioso central o daños en el sistema nervioso central como resultado de un traumatismo pueden alterar el control normal del cuerpo sobre el reflejo del hipo. Por ejemplo:

  • Encefalitis.
  • Meningitis.
  • Esclerosis múltiple.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Lesión cerebral traumática.
  • Tumores.

De igual forma, el hipo prolongado puede estar desencadenado por:

  • Alcoholismo.
  • Anestesia.
  • Barbitúricos.
  • Diabetes.
  • Desequilibrio de electrolitos.
  • Enfermedad renal.
  • Esteroides.
  • Tranquilizantes.

Adicional, reveló que los hombres son mucho más propensos a padecer hipo prolongado que las mujeres, pero otros factores que pueden aumentar el riesgo de hipo son:

  • Problemas mentales o emocionales. Se han asociado algunos casos de hipo breve y prolongado con la ansiedad, el estrés y la emoción.

Por ello, la entidad explicó que el hipo persistente puede interferir en lo siguiente: la alimentación; el sueño; el habla o la cicatrización de heridas después de una cirugía.

Por tal razón, aunque no existe una forma segura de detener el hipo, sí existen muchas sugerencias comunes que se pueden intentar:

  • Respirar repetitivamente dentro de una bolsa de papel.
  • Tomar un vaso de agua fría.
  • Comer una cucharadita (4 gramos) de azúcar.
  • Contener la respiración por 20 segundos.
  • Hacer gárgaras con agua helada.

Sin embargo, si los tratamientos anteriores no dan resultado, el médico puede recomendar inyectar un anestésico para bloquear el nervio frénico con el fin de detener el hipo.

Asimismo, la entidad sin ánimo de lucro reveló que otra opción consiste en implantar quirúrgicamente un dispositivo que funciona con batería para brindar una estimulación eléctrica leve al nervio vago. Este procedimiento se utiliza más frecuentemente para tratar la epilepsia, pero también ha servido para controlar el hipo persistente.

De igual forma, indicó que los medicamentos que podrían utilizarse para tratar el hipo prolongado comprenden los siguientes:

  • Baclofeno.
  • Clorpromazina.
  • Metoclopramida.

De todos modos, antes de consumir algún medicamento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.