ANIVERSARIO
Colciencias: las bodas de oro de la ciencia colombiana
Al crear la entidad hace 50 años, el Estado colombiano comenzó a promover el conocimiento y la investigación científica, una labor que ha dado frutos.
Hacer ciencia en este país nunca ha sido fácil. Basta con comparar los indicadores de Colombia en innovación científica y el dinero destinado a investigación con los países de la región o del primer mundo. Sin embargo, desde hace medio siglo el gobierno colombiano, pese a las afugias presupuestales, decidió impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación (CTeI). Surgió así Colciencias, una entidad estatal empeñada en mejorar el sistema científico del país, una labor que ha dado grandes réditos.
A lo largo de su historia, Colciencias ha impulsado el desarrollo del país y el crecimiento de sus regiones por medio de CTeI. Durante 50 años, ha promocionado diferentes programas que buscan formar nuevas generaciones con vocación científica, promover la investigación y articular al Estado, la academia y el sector privado para que esta sinergia sea un motor de transformación constante.
Pero el sueño de una entidad estatal que fomentara la ciencia no hubiese sido posible sin la visión y el empuje del capitán de corbeta Alberto Ospina Taborda, el principal promotor de crear una institución dedicada a patrocinar la investigación científica y el conocimiento. Para el capitán, el progreso y la prosperidad del país dependían del desarrollo de la ciencia y de que esta diera soluciones a las principales necesidades.
La idea del oficial de la Armada Nacional pronto contó con el apoyo del presidente Carlos Lleras Restrepo y de Gabriel Betancur Mejía, su ministro de Educación. De ese modo, el 20 de noviembre de 1968 la Ley 2869 creó el Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas y Proyectos Especiales Francisco José de Caldas, una institución independiente dedicada a fortalecer la educación científica del país, con el capitán como su primer director.
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Colciencias nació en una época en la que los gobiernos latinoamericanos comenzaron a ver en la ciencia una ruta para salir de la pobreza y el subdesarrollo. En esos años nacieron el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en Argentina y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en México, entre otras. Asimismo, la ayuda de Estados Unidos, mediante programas como la Alianza para el Progreso, y varias fundaciones internacionales promocionaron la investigación científica y la educación en América Latina.
El apoyo económico que llegó a Colombia permitió crear varios programas académicos que tecnificaron las labores del campo y aumentaron la profesionalización de los colombianos que ingresaban al mercado nacional. En ese contexto, el gobierno necesitaba encauzar al país por la senda de la modernización. Los gobernantes de entonces tenían claro que solo mediante la promoción y difusión del conocimiento era posible industrializar el país, tecnificar el campo, aumentar la producción y las exportaciones. Pero para hacer realidad ese sueño se necesitaba una entidad estatal rectora del tema.
gracias a Colciencias el número de doctores ha aumentado de 1,5 por millón de habitantes en 2012 a 12,6 en 2018
El Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas pronto empezó a dar resultados. Para 1973, Colciencias financió 270 proyectos de investigación. En 1978, la entidad realizó el primer Plan Nacional de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, que sentó las bases del trabajo en el ámbito nacional.
“Colciencias fue líder de CTeI en América Latina durante el siglo XX y su eco regional fue impresionante. Hoy, la fortaleza de los países está en la capacidad de producir conocimiento, y en gran medida esa es la función de Colciencias: producir, alimentar y fomentar el conocimiento; por eso, me parece supremamente importante su creación, su permanencia y su vigencia en el futuro”, manifestó Margarita Garrido, primera mujer directora de Colciencias en 2000.
Desde la década de 1970 Colciencias emprendió estrategias para la cooperación científica en la región . En 1976 participó en la Convención sobre Cooperación Científica y Tecnológica en los Países Andinos.
Para la década de los ochenta, el Fondo Colombiano de Investigaciones participó, junto con la Presidencia de la República, en el programa de la Segunda Expedición Botánica para conmemorar el bicentenario de José Celestino Mutis. Realizó 10 expediciones, financió 192 proyectos de investigación y organizó eventos y encuentros internacionales como el de biodiversidad de los países amazónicos. Además, la entidad, en 1984, comenzó a promover la participación de las diferentes comunidades del país en diversos procesos de aplicación de conocimiento por medio de los llamados grupos de enlace.
El crecimiento y la evolución continuaron y, para 1991, la entidad, mediante Decreto 585, se convirtió en el Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología. Con este paso, el Estado concibió el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y, con ello, la organización de los programas nacionales. Al año siguiente se realizó el primer programa de formación de doctores en el exterior.
En 1993, Colciencias participó en la creación de la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, conocida como Misión de Sabios, en la que estuvieron mentes brillantes como Gabriel García Márquez, Rodolfo Llinás, Manuel Elkin Patarroyo, Ángela Restrepo, Eduardo Posada, entre otros académicos y científicos colombianos, que entregaron un informe titulado ‘Colombia al filo de la oportunidad’.
La llegada del nuevo siglo fijó otras metas en el horizonte. En 2000 nació Scienticol, la plataforma para medir la producción de conocimiento de artículos publicados y productos tecnológicos, además de crear una clasificación de los grupos y centros de investigación científica.
En la conmemoración de los 50 años de Colciencias, el presidente Iván Duque condecoró al director de la institución Diego Hernández Losada y al capitán Alberto Ospina, con la Medalla Fe en la Causa de la Armada Nacional.
El deseo de que las nuevas generaciones de colombianos tengan un pensamiento crítico y una vocación científica e innovadora llevó en 2001 a que la entidad creara el Programa Ondas de Colciencias, que luego de 17 años de historia ha impactado de manera positiva la vida de 4 millones de niños. En efecto, ha logrado inculcar una cultura de CTeI en los jóvenes, que anualmente pueden participar en 7 ferias internacionales auspiciados por la entidad.
Colciencias dio otro gran salto en 2009 cuando por medio de la Ley 1286 pasó a ser un departamento administrativo. A partir de este año, la entidad priorizó tres grandes líneas de trabajo: el fomento a la investigación científica, la promoción de actividades innovadoras en empresas privadas y la formación de nuevas generaciones con vocación científica.
Este trabajo ha contado con la articulación y el esfuerzo de todos los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, quienes coincidieron en que el país necesita seguir dando pasos hacia adelante en la producción científica que pueda aportar al crecimiento económico y social. De esta manera, Colombia se puso la meta de ser uno de los tres más innovadores para 2025.
Aunque todavía falta mucho por mejorar, gracias a Colciencias el número de doctores ha aumentado de 1,5 por millón de habitantes en 2012 a 12,6 en 2018. Además, programas como Ideas para el Cambio y A Ciencia Cierta vinculan a las diferentes comunidades con la apropiación social del conocimiento.
Desde 2012, el 10 por ciento de los recursos del Sistema General de Regalías van para el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FNCTeI), y los actores del Sistema Nacional pueden acceder a esos recursos para financiar proyectos investigativos que planteen soluciones a las necesidades de las regiones.
“La nueva administración comienza orgullosamente a conmemorar los 50 años de Colciencias. Me honra empezar este gran hito; por eso, arrancamos con un nuevo capítulo en el que nuestra prioridad está enfocada en definir la ruta estratégica de la ciencia, la tecnología, la innovación y, así, dejar un legado a una nación que siempre ha soñado con un mejor país y que también contribuirá al gran propósito del presidente de lograr una Colombia en donde prime la reconciliación y la equidad”, agregó Diego Hernández Losada, director actual de Colciencias.
Programas como Colombia Bio, realizado entre 2015 y 2018, permitieron hacer expediciones en territorios inexplorados por cuenta del conflicto armado. Estas descubrieron nuevas especies y abrieron nuevas posibilidades de investigación.
Durante medio siglo, Colciencias ha estado al servicio de los colombianos al abrir caminos hacia el nuevo conocimiento y al buscar soluciones a las principales problemáticas por medio de la ciencia, la tecnología y la innovación.