Vida Moderna
Hojas de coca: ¿cómo y cuánto consumir para adelgazar rápidamente?
Las hojas de coca son una fuente natural de vitaminas y minerales.
Cuando las personas se sienten inconformes con su peso buscan fórmulas mágicas y métodos rápidos para lograr disminuir tallas, pero la base para lograr adelgazar sigue siendo una dieta saludable de bajas calorías, combinada con un aumento en la actividad física.
No obstante, una alimentación balanceada con ejercicio puede estar acompañada de recetas caseras como, por ejemplo, masticar la hoja de coca, ya que, según una investigación citada por el diario boliviano Página Siete, al masticar la hoja de coca se puede reducir la ingesta alimenticia y disminuir la sobrealimentación.
“Al mascar la hoja de coca se logra incrementar la sensación de saciedad, eliminar la fatiga y aumentar la capacidad de concentración. Con ella se puede lograr una dieta diaria sin restricción calórica y, en consecuencia, reducir el peso corporal”, dijo el doctor japonés Kunishiro Seki en el libro Coca: factor antiobesidad, según el diario boliviano. Sin embargo, el consumo de hojas de coca debe estar supervisado por un médico.
De todos modos, la anterior recomendación debe estar acompañada de una alimentación balanceada y saludable que incluya proteínas, grasas, carbohidratos, frutas, verduras y todos los nutrientes que el cuerpo necesita.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. Sin embargo, la OMS indicó que una dieta sana incluye:
- Legumbres (como lentejas y alubias), frutos secos y cereales integrales (por ejemplo maíz, mijo, avena, trigo o arroz moreno no procesados).
- Al menos 400 g (cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, excepto papas, batatas, mandioca y otros tubérculos feculentos.
- Menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, que equivale a 50 g (unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una persona con un peso corporal saludable que consuma aproximadamente 2.000 calorías al día, aunque para obtener beneficios de salud adicionales lo ideal sería un consumo inferior al 5 % de la ingesta calórica total. Los azúcares libres son todos aquellos que los fabricantes, cocineros o consumidores añaden a los alimentos o las bebidas, así como los azúcares naturalmente presentes en la miel, los jarabes y los zumos y concentrados de frutas.
- Menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas. Las no saturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva) son preferibles a las saturadas (presentes en la carne grasa, la mantequilla, el aceite de palma y de coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo), y las grasas trans de todos los tipos, en particular las producidas industrialmente (presentes en pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, obleas, aceites de cocina y pastas untables) y de rumiantes (presentes en la carne y los productos lácteos de rumiantes como vacas, ovejas, cabras y camellos). La OMS sugirió reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10 % de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1 %. En particular, las grasas trans producidas industrialmente no forman parte de una dieta saludable y se deberían evitar.
- Menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día. La sal debería ser yodada.
Respecto a la actividad física las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes. Lo vital es que tenga un gasto energético, lo cual será ideal para perder grasa del cuerpo.