Manos
Mujer masajeando sus manos. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Hormigueo en las manos y pies: estas son las posibles causas

El entumecimiento y hormigueo en las extremidades del cuerpo se da generalmente por la compresión de algún nervio cercano.

8 de noviembre de 2021

Las manos, brazos, piernas y pies son las extremidades del cuerpo con más terminaciones nerviosas, en comparación a otros órganos, y es por esta razón que los seres humanos pueden moverse y coordinarse. No obstante, por este hecho cualquier alteración puede causar sensaciones diferentes en estos órganos, desde entumecimiento hasta hormigueo.

De acuerdo con una publicación realizada por el Dr. David Cañadas Bustos, médico consultor de Advance Medical, el hormigueo es una sensación que se da especialmente en la piel de las extremidades y, por lo general, depende de un nervio en concreto.

En ese sentido, el experto reseña que el adormecimiento y hormigueo se puede dar por la compresión o irritación de uno o más nervios. Además, subraya que pocas veces tiene que ver con afectaciones cerebrales.

Algunas causas por las que se da este hormigueo:

1. Posición:

En algunas ocasiones las personas adoptan posiciones que pueden resultar incómodas para los nervios, debido a que se comprimen. Estas posiciones anómalas causan la sensación de adormecimiento y hormigueo. Uno de los ejemplos más comunes es cuando una persona se duerme sobre un brazo y al siguiente día despierta con el malestar.

2. Quiste:

El quiste puede darse en cualquier articulación. Por lo general, se trata de un nódulo que contiene líquido sinovial. Dependiendo del tamaño del quiste, el nervio puede verse comprimido y causar hormigueo en las extremidades.

Cabe señalar que el líquido sinovial es propio de las articulaciones y se produce con el fin de favorecer los movimientos entre los diferentes huesos.

3. Compresión nerviosa:

Esto sucede cuando los nervios salientes de la médula espinal se sienten comprimidos en algún punto de su recorrido. Alguna causa puede ser una hernia cercana a la columna, un aplastamiento vertebral, o alguna masa que comprima el nervio.

Osteoporosis
La compresión de algún nervio cercano a la columna vertebral puede general el adormecimiento de las extremidades. | Foto: Getty Images/iStockphoto

4. Fractura

Cuando se sufre una fractura, el procedimiento a seguir es inmovilizar el hueso con un yeso o férula. Según Cañadas Bustos, estos aparatos producen una compresión que puede ser la causante de generar el adormecimiento y el hormigueo.

5. Déficit de vitaminas:

Esto ocurre cuando existe un déficit de algunas vitaminas fundamentales para los músculos y huesos como lo son: vitaminas B1, B6, B12 o E. La falta de vitaminas puede causar alteración en los nervios de las manos y pies.

6. Riego sanguíneo:

Un riego sanguíneo se puede dar por compresión de venas y arterias, placas de ateroma, venas varices, entre otros, que puede dificultar la entrega de sangre y oxígeno a las extremidades. Esta falta puede causar dolor y hormigueos en la parte afectada.

7. Consumo de alcohol

Las toxinas en el alcohol pueden causar daño neurológico que se asocia con el entumecimiento, especialmente en los pies, asegura el portal Sabervivirtv.com.

El consumo crónico de este también puede provocar daño neurológico que causa el mencionado malestar. Este padecimiento está relacionado con niveles reducidos de vitaminas B, como B-1 (tiamina), B-9 (ácido fólico) y B-12, causados por el consumo excesivo de alcohol.

Otros problemas complejos que pueden generar el entumecimiento en los pies y las piernas son la esclerosis múltiple y los derrames cerebrales. En el primer caso, las personas experimentan daños en los nervios sensoriales que pueden causar entumecimiento en una pequeña parte del cuerpo o en todas las extremidades. Si bien cuando esta molestia está asociada con la EM suele durar solo un corto periodo, también puede permanecer el suficiente tiempo como para volverse incapacitante.

El entumecimiento también puede obedecer, según el portal MedlinePlus, a temas como radioterapia, mordeduras de animales, picaduras de insectos, garrapatas, ácaros y arañas, toxinas en mariscos y afecciones congénitas que afectan los nervios.