CIENCIA
Impresionante imagen: sonda china Tianwen-1 envía su primera foto de Marte
La imagen en blanco y negro fue tomada a unos 2,2 millones de kilómetros del planeta rojo.
La sonda espacial china Tianwen-1, que se dirige a Marte, envió su primera imagen del planeta rojo el viernes, dijo la agencia espacial nacional (CNSA).
Se espera que la nave, lanzada a finales de julio desde China, se acerque a Marte el 10 de febrero. La primera foto recibida en la Tierra del planeta rojo parece mostrar un conjunto gaseoso y lo que se parece a cráteres.
La imagen en blanco y negro fue tomada a unos 2,2 millones de kilómetros de Marte, según la agencia espacial china y muestra Valles Marineris (cañones cerca del ecuador del planeta rojo), Schiaparelli (un vasto cráter) y la llanura Acidalia Planitia, precisa la CNSA.
Tianwen-1 se compone de tres elementos: un orbitador (que girará alrededor del astro), un módulo de aterrizaje y un robot teledirigido con ruedas (encargado de analizar el suelo).
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El robot guiado por ruedas, contenido en la sonda, se desplegará en Marte en mayo.
Con un peso de más de 200 kilos, está equipado con cuatro paneles solares y se supone que funcionará durante tres meses.
Realizará análisis del suelo, de la atmósfera, tomará fotos y contribuirá a la cartografía del planeta rojo.
China espera hacer en este primer intento independiente de exploración de Marte casi todo lo que Estados Unidos ha logrado en varias misiones marcianas desde los años 1960.
Es decir, poner una sonda en órbita, colocar un módulo de aterrizaje y luego sacar un robot teledirigido.
La misión se llama “Tianwen-1” (“Preguntas al cielo 1”) en homenaje a un antiguo poema chino sobre astronomía.
Programa espacial chino
A finales de diciembre, China trajo a la Tierra muestras de la Luna, en lo que fue la primera misión de este tipo en más de 40 años, una verdadera “hazaña tecnológica” en el espacio.
El módulo de regreso de la sonda espacial Chang’e-5 aterrizó “con éxito” en la región de Mongolia Interior (norte), informó la agencia espacial china (CNSA) en un comunicado en su momento.
Estas muestras, una vez analizadas, ayudarán a comprender mejor la historia lunar. La misión también permite perfeccionar las tecnologías necesarias para enviar astronautas chinos a la Luna, algo que Pekín se ha propuesto para 2030.
La televisión pública CCTV difundió imágenes del módulo descendiendo desde el cielo por la noche con la ayuda de un paracaídas, antes de posarse en el suelo nevado.
Acto seguido, camiones y científicos fueron a recogerlo y se plantó la bandera roja con cinco estrellas amarillas cerca del artefacto.
Con esta misión, China se convierte en el tercer país en haber traído muestras de la Luna, después de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en las décadas de 1960 y 1970.
El presidente Xi Jinping transmitió sus “cordiales felicitaciones” a los equipos encargados de la misión, según la agencia de prensa Xinhua.
“Vuestro brillante logro quedará para siempre grabado en la memoria de nuestra patria y de nuestro pueblo”, dijo.
Una operación delicada
El último intento de traer muestras lunares lo llevó a cabo con éxito la URSS en 1976, con la misión soviética Luna 24.
Estados Unidos también había recogido rocas durante la misión tripulada Apolo 17 (1972), pero fueron recogidas directamente por los astronautas, lo que necesitaba menos manipulaciones remotas.
“Es una hazaña tecnológica” que permitirá a Pekín “confiar más en su tecnología”, declaró a la AFP Chen Lan, analista del sitio GoTaikonauts.com, especializado en el programa espacial chino.
“Una misión tan compleja es sin ninguna duda todavía muy difícil de alcanzar hoy en día, incluso para Estados Unidos, Rusia y las demás potencias espaciales”, señala.
Chang’e 5, llamada así por una diosa de la luna en la mitología china, fue lanzada el 24 de noviembre desde la isla tropical de Hainan (sur de China).
Se posó en la Luna el 1.° de diciembre cerca del Mons Rümker, en una zona montañosa nunca antes explorada. La misión consistía en recoger unos dos kilos de materia.
Después de recoger las muestras, el aterrizador de la sonda tuvo que ascender automáticamente a la órbita lunar, acoplarse con el orbitador y transferir la carga al módulo de regreso. Todas estas operaciones eran complejas porque se dirigían por control remoto desde la Tierra.
Con información de agencias.