VIDA MODERNA
¡Impresionante! La NASA difundió foto de una nebulosa con forma de pavo
La imagen fue compartida por millones de personas en el mundo a través de redes sociales.
La NASA compartió este jueves 26 de noviembre, Día de Acción de Gracias, una majestuosa imagen astronómica a la que denominó la Gran Nebulosa del Pavo, teniendo en cuenta que el objeto celeste captado en el espacio exterior tiene algunas similitudes con el ave de corral -pavo- que hace parte del plato más tradicional durante la festividad de Thanksgiving.
No obstante, en realidad se trata de la Gran Nebulosa en Orión con algunos ajustes realizados por el astrofotógrafo Eric Coles para darle la apariencia de un pavo. Además, en su cuenta de Twitter, la NASA también compartió un video celebrando el día festivo junto a todos sus millones de seguidores.
#HappyThanksgiving!! #HappyThanksgiving2020!
— Matthew Schaefer (@MattRSchaefer) November 26, 2020
The #GreatTurkeyNebula
Imagination Credit & Copyright: Eric Coles https://t.co/tFOmfBBmqf pic.twitter.com/KlrUQYY7MJ
La Nebulosa en Orión, también identificada como M42, es visible al ojo como una estrella del medio en la espada de Orión el Cazador, una constelación que se puede ver en el cielo nocturno de la Tierra.
Así mismo, los vientos estelares de cúmulos de estrellas recién nacidas que se esparcen por la Nebulosa de Orión, esculpen las crestas y cavidades que se ven en la imagen del telescopio.
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Cabe recordar que durante el Día de Acción de Gracias los estadounidenses lo celebran con el tradicional pavo horneado y relleno. A pesar de la pandemia, algunos norteamericanos festejaron este jueves con sus familias para dar las gracias, aunque las autoridades sanitarias hicieron hincapié en mantener todas las restricciones para evitar más contagios por coranavirus.
Whether your food is floating out in front of you or resting firmly on your table, we hope your day is filled with joy, laughter, and thankfulness. #HappyThanksgiving! https://t.co/UuQc0yEgSr pic.twitter.com/NnTA0ZHaCv
— NASA (@NASA) November 26, 2020
Por otra parte, el pasado 15 de noviembre despegó con éxito la misión tripulada de la NASA y SpaceX a la Estación Espacial Internacional. Se trata de una misión de seis meses que confirma la reanudación de vuelos tripulados desde Estados Unidos el pasado mes de mayo, después de nueve años de interrupción y dependencia de Rusia.
La NASA había aprobado oficialmente el uso de la cápsula Crew Dragon de SpaceX para transportar a sus astronautas en vuelos regulares al considerarla segura.
SpaceX, una empresa fundada por el empresario Elon Musk, había completado previamente con éxito una misión de demostración entre mayo y agosto, en la que dos astronautas fueron transportados a la ISS y luego regresaron a la Tierra sin incidentes.
Resilience rises. 🚀
— NASA (@NASA) November 16, 2020
The Crew-1 mission has lifted off on a Falcon 9 rocket from @NASAKennedy at 7:27pm ET and is en route to the @Space_Station. #LaunchAmerica pic.twitter.com/5Q3uXSLvqt
La próxima misión a Venus podría ser privada
¿Una pequeña empresa de cohetes se adelantará a la Nasa y a Europa para ir a explorar Venus? Se espera que Peter Beck, director de Rocket Lab, lance su propia sonda de bajo costo en 2023.
“Una misión para Venus debería costar alrededor de 30 millones de dólares”, asegura Beck a la AFP desde Auckland, en Nueva Zelanda, en cuya costa Rocket Lab ha instalado su plataforma de lanzamiento, lejos de todo y con acceso a un cielo libre de tráfico aéreo.
Venus, infernal y tóxico, fue abandonado en la década de 1980 por las agencias espaciales para voltear a planetas más distantes del sistema solar, incluido Marte, a donde se han enviado docenas de sondas y robots con la esperanza de descubrir los primeros rastros de vida pasada.
“En Venus, estamos buscando rastros de vida actual”, corrige Peter Beck subrayando la palabra “actual”.
El sorprendente descubrimiento de una molécula llamada fosfina en las nubes de Venus, gracias a los radiotelescopios, provocó una ola de entusiasmo el 14 de septiembre entre los astrónomos y astrobiólogos que defienden desde hace años la hipótesis de que los microbios viven ahora en las nubes del planeta.
Aunque la fosfina no es una prueba definitiva. El anuncio hizo que incluso el jefe de la Nasa dijera que hay que volver a dar prioridad a Venus.
Beck estuvo pensando durante dos años en la viabilidad de enviar una sonda, desarrollada de forma totalmente privada.
Calculó, con la ayuda de un estudiante de doctorado, que el pequeño cohete desarrollado por Rocket Lab -Photon- podría ser adaptado para viajes interplanetarios, que hasta ahora había sido coto de las agencias espaciales.
“Cuando hablamos de misiones interplanetarias en decenas de millones de dólares en lugar de miles de millones, en meses en lugar de décadas, se crean las oportunidades de descubrimientos increíbles”, exclama Beck.