Vida moderna
Incremento del apetito, ¿qué enfermedades lo causan?
Se debe consultar a un médico en caso de observar este síntoma.
El incremento del apetito, es decir tener más hambre, puede ser causado por diferentes afecciones, incluyendo mentales. Esto puede ser intermitente o persistente.
Los expertos de Medline plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señalan que el incremento del apetito puede deberse a diferentes afecciones. Algunas de estas son:
- Ansiedad
- Ciertos fármacos (como corticosteroides, ciproheptadina y antidepresivos tricíclicos)
- Bulimia (más común en mujeres entre los 18 y 30 años)
- Diabetes mellitus (incluso diabetes gestacional)
- Enfermedad de Graves
- Hipertiroidismo
- Hipoglucemia
- Síndrome premenstrual
En caso de sentir u observar en otra persona incremento del apetito lo recomendable es consultar a un doctor para recibir la atención profesional adecuada y obtener un diagnóstico correcto.
“En cuadros de ansiedad o depresión deberá consultar con su médico y ponerse en tratamiento. Si no existen causas psicológicas o por la toma de medicamentos se deberá hacer un estudio del metabolismo. En este caso su médico además de recoger un historial del proceso y examen físico solicitará unas pruebas complementarias”, apunta la entidad de salud Sanitas.
Tendencias
Pérdida del apetito
Enfermedades graves como el cáncer pueden causar disminución o pérdida del apetito. Por eso, en caso de observar cambios en el apetito se debe consultar con un doctor. Otras posibles causas son:
- Cáncer de colon
- Cáncer de colon.
- Cáncer del estómago
- Cáncer del estómago.
- Enfermedad hepática crónica
- Insuficiencia renal crónica
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Enfermedad hepática crónica.
- Insuficiencia cardíaca.
- Hepatitis.
- VIH.
- Tiroides hipoactiva (hipotiroidismo).
- Embarazo (primer trimestre).
- Uso de ciertos medicamentos como antibióticos, fármacos para quimioterapia, codeína y morfina.
- Uso de drogas ilegales como anfetaminas, cocaína y heroína.
Hipertiroidismo
Esta enfermedad se desarrolla debido a que la glándula tiroides produce una cantidad excesiva de sus hormonas, más de las que el cuerpo necesita. Esto suscita que haya problemas en el funcionamiento del organismo. Medline Plus menciona algunos de sus síntomas:
- Nerviosismo o irritabilidad.
- Fatiga.
- Debilidad muscular.
- Problemas para tolerar el calor.
- Problemas para dormir.
- Temblor, generalmente en las manos.
- Latidos cardíacos irregulares o rápidos.
- Deposiciones frecuentes o diarrea.
- Pérdida de peso.
- Cambios de humor.
Ansiedad
La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, causa que una persona se sienta tensa. Aunque puede ser algo normal ocasionalmente, cuando se presenta con mucha frecuencia no es bueno para la salud.
“Si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no es temporal y puede ser abrumadora”, agrega Medline Plus.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala los síntomas más comunes de la ansiedad:
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
- Aumento del ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada (hiperventilación).
- Sudoración.
- Temblores.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
- Tener problemas para conciliar el sueño.
- Padecer problemas gastrointestinales (GI).
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones.
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad.
Hipoglucemia
La hipoglucemia ocurre cuando se presentan niveles demasiado bajos de glucosa en la sangre. Esta condición está relacionada, por lo general, con el tratamiento de la diabetes; sin embargo, también puede darse por algunos medicamentos y otras afecciones, en personas que no son diabéticas.
Cuando los niveles de azúcar están por debajo de lo normal se debe realizar un tratamiento inmediato. Para el caso de cada persona es diferente, teniendo en cuenta los valores que arrojen los exámenes médicos. Por eso, es importante hacer un seguimiento y revisión periódica a todo el organismo.