Indigestión estomacal: esta semilla ayuda a mejorar la salud intestinal

Las semillas de amapola son principalmente conocidas en el mundo de la gastronomía debido al sabor especial que le aportan a las comidas, siendo del agrado de muchas personas, sin embargo, sus propiedades van mucho más allá de ello y pueden contribuir de manera positiva en la salud de quienes las consumen de manera correcta y responsable.

Si bien sus beneficios medicinales son conocidos desde hace siglos, muchas personas aún no escuchan sobre sus bondades, o quizá no tienen información suficiente sobre ello, por eso antes de comenzar a hacer uso de estas semillas, es fundamental contra con la información necesaria y de igual forma consultar al médico de cabecera para evitar cualquier reacción alérgica posible.

Estas pequeñas bolitas azuladas surgen desde las flores de amapola, que también pueden resultar siendo negras o grises, según el caso, aparecen principalmente durante la primavera, a mediados de marzo, su nombre científico es Papaver rhoeas y pueden encontrarse en herboristerías o tiendas de alimentación especializadas.

Es común que al escuchar la palabra amapola, las personas enseguida la asocien con los efectos del opio, lo cierto tal efecto es consecuencia del consumo de adormideras, se les llama apaver somniferum y no se comercializan normalmente debido a sus efectos.

En ese sentido, la Papaver rhoeas, contiene numerosas bondades en pro del cuidado de la salud, ayudando con los problemas de insomnio, tos, conjuntivitis, fortalecimiento de los huesos y finalmente los problemas digestivos, esto debido a que es significativamente rica en fibra, una característica que ayuda principalmente a la salud intestinal y así mismo combate el indeseado estreñimiento del que son víctimas muchas personas.

Los nutrientes

De acuerdo con lo anterior, dichas semillas no solo son ricas en fibra, sino también en grasas vegetales insaturadas y varios micronutrientes importantes para el cuerpo humano. Solo una cucharada de aproximadamente 10 gramos, tiene la capacidad de brindar el 25% de las necesidades diarias de manganeso, el 16% del cobre, y en torno al 6-7% del magnesio, el fósforo, el zinc, el hierro y la vitamina B1.

Además, contienen grandes cantidades de calcio, con al rededor de 1.450 mg / 100 g, un número condenablemente mayor al que contienen las algas y a los productos lácteos, a pesar de que se toman en menor cantidad, espolvoreadas sobre panes o en ensaladas y vinagretas, recordando que un puñado de 30 g aporta el 54 % del calcio necesario al día.

Adicionalmente de sus factores nutritivos, este ingrediente se distingue por conservar un sabor suave, observándolo directamente sobre el plato cocinado, como lo pueden ser verduras, sopas o incluso pastas, o previamente tostadas en la sartén, lo que intensifica aún más su aroma.

Adiós dolor

No bastando con todos los beneficios anteriormente mencionados, las semillas de amapola también poseen principios activos con una potente acción analgésica que son bastante conocidas, como la morfina, la codeína, la tebaína y otros alcaloides que alivian el dolor corporal y de igual forma provocan sueño, usando la sustancia lechosa que se extrae de la cápsula que contiene las semillas y que se conoce como opio.

Del opio de una variedad de flores moradas y claras se extraen los fármacos y drogas opiáceas. El cultivo de esta variedad es legal, pero solo con fines ornamentales, por lo demás contienen dosis muy pequeñas y las semillas se han limpiado para que estén libres de este látex.