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Vida Moderna

Infección respiratoria aguda: estos son los síntomas y causas

Estas constituyen un grupo de enfermedades que se producen en el aparato respiratorio, generadas por diferentes microorganismos.

21 de septiembre de 2021

La Infección Respiratoria Aguda (IRA) constituye un grupo de enfermedades que se producen en el aparato respiratorio, causadas por diferentes microorganismos como virus y bacterias, que comienzan de forma repentina y duran menos de dos semanas.

Esta es la infección más frecuente en el mundo y representa un importante tema de salud pública en nuestro país.

“La mayoría de estas infecciones como el resfriado común son leves, pero dependiendo del estado general de la persona pueden complicarse y llegar a amenazar la vida, como en el caso de las neumonías”, explicó el Ministerio de Salud y Protección Social.

Cuando se contagia en niños menores de cinco años, la causa de la infección en el 95 % de los casos son los virus siendo de buen pronóstico, pero un pequeño porcentaje puede padecer complicaciones como otitis, sinusitis y neumonía.

Al mismo tiempo, cifras del Instituto Nacional de Salud dicen que la incidencia de los virus respiratorios en los dos últimos años dicen que en 2010 el virus sincitial respiratorio causó el 62% de los casos estudiados, seguido de Influenza AH1N1 (18%), Parainfluenza (8%) Influenza A estacional (6%), Influenza B (3%) y los adenovirus (3%).

La población más afectada son los menores de cinco años y los principales síntomas son: fiebre, malestar general, congestión y secreción nasal, asimismo también se pueden presentar síntomas como tos, dolor de garganta, expectoración y dificultad para respirar.

Entre los síntomas que se presentan en niños y niñas menores de cinco años están: el aumento en la frecuencia respiratoria o respiración rápida; hundimiento de las costillas al respirar; presencia de ruidos extraños al respirar o “le silba el pecho”; vómito frecuente; fiebre, que no cede con la administración de medicamentos; irritabilidad; decaimiento y somnolencia, y ataques o convulsiones.

Mientras que los adolescentes y adultos por lo general presentan: asfixia o dificultad para respirar (o incluso sensación de dificultad para respirar); dolor en el pecho al respirar o toser; decaimiento o cansancio excesivo, y fiebre mayor de 38,5 grados centígrados, durante más de dos días.

Entre las recomendaciones para evitar contraer estas enfermedades están: evitar el contacto con personas con gripa, los enfermos deben utilizar tapabocas y mantener las manos limpias con un correcto lavado de manos con agua y jabón.

En caso que sea un bebé menor de seis meses, se debe suministrar solamente leche materna en mayor cantidad, por lo menos 10 veces al día, en cambio si tiene seis meses o más, los alimentos se deben consumir recién preparados, de alto contenido nutricional y energético (frutas, verduras y carnes).

Es mejor no tener contacto con fumadores y para aliviar la tos y el dolor de garganta se deben consumir bebidas aromáticas o té. Si es mayor de dos años que consuma miel.

Se tienen que mantener las fosas nasales destapadas, en lo posible aplicar con frecuencia suero fisiológico por ambas fosas nasales limpiando las secreciones, y cuando el niño salga a cambios bruscos de temperatura, se le debe cubrir la nariz y la boca.