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Inflamación de ovarios: así se puede tratar esta afección de forma natural
Los ovarios producen las hormonas femeninas, estrógeno y progesterona.
Los ovarios son parte del sistema reproductivo de la mujer. Están ubicados uno a cada lado del útero y son del tamaño de una almendra, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Estos órganos se encargan de producir y almacenar los óvulos, que al ser fecundados por un espermatozoide generan embarazo. Los ovarios también producen las hormonas femeninas estrógeno y progesterona, que cumplen una función importante en el desarrollo de las características femeninas, como el tamaño de las mamas, la forma del cuerpo y la cantidad de vello corporal. También participan en el ciclo menstrual y la fertilidad, según el Instituto Nacional del Cáncer.
Cuando la mujer llega a la etapa de la menopausia, sus ovarios dejan de producir estas hormonas y de liberar óvulos. Hay algunas enfermedades puntuales a las cuales pueden exponerse estos órganos y son las siguientes: cáncer de ovario, quistes y síndrome de ovario poliquístico e insuficiencia ovárica primaria.
De igual forma, en algunos momentos es posible que presenten problemas inflamatorios a lo que se le conoce médicamente como ovaritis u ooforitis, de acuerdo con el portal Reproducción Asistida. La inflamación de los ovarios puede aparecer de forma independiente o junto a la de otros órganos, lo que supondría otra serie de patologías.
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En cualquier caso, la inflamación ovárica puede causar síntomas en la mujer de mayor o menor gravedad, por lo que se le debe prestar atención. Por ejemplo, es posible que se presente dolor de vientre, al orinar o durante el contacto íntimo, flujo o sangrado vaginal fuera del período menstrual, fiebre, escalofríos y mareos y vómitos, indica el portal Tua Sáude.
Recomendaciones naturales
1. Evitar el frío: para aliviar las molestias generadas por la inflamación de los ovarios es importante no exponerse al frío y la humedad, ya que este tipo de condiciones climáticas empeoran la condición. Las compresas calientes sobre la zona son una alternativa para reducir el dolor.
2. Alimentación sana: la dieta debe basarse en vegetales y frutas frescas crudas, afirma el portal de estilo de vida unCOMO. Es clave limitar la ingesta de alimentos ricos en sal, frituras, embutidos grasos o dulces en exceso, pues estos pueden contribuir a la inflamación, empeorando el estado de salud. En cambio, se debería aumentar el consumo de alimentos que reducen la inflamación como la piña, los arándanos, el limón o la cebolla.
3. Antiinflamatorios naturales: algunos productos con acción antiinflamatoria ayudarían a aliviar esta condición. Una opción es la infusión de manzanilla y canela. La primera posee propiedades antiinflamatorias. Algunos análisis han determinado que eleva los niveles de hipurato y glicina en el organismo. Estos compuestos son relajantes musculares y nerviosos, por lo que resultaría favorable para aliviar los cólicos menstruales y la inflamación de los ovarios.
Por su parte, la canela se ha usado desde la antigüedad como complemento para las molestias relacionadas con la menstruación. Información de la revista Mejor con Salud, escrita por Daniela Echeverri Castro, indica que, además de favorecer el control de las irregularidades del periodo, tiene efectos positivos para aliviar el dolor.
Se dice que aporta en la mejora de la circulación de la sangre y la reducción de los niveles de prostaglandinas, las cuales incrementan la sensibilidad a los estímulos dolorosos.
Para elaborar esta bebida se requiere de: una cucharada de flores de manzanilla, dos ramas medianas de canela o una cucharadita en polvo y dos tazas de agua. Se hierve el agua y luego se agregan los ingredientes, se deja reposar, se cuela y estará listo el remedio para consumir.
Otra opción es un cataplasma de jengibre, raíz que también ofrece propiedades antiinflamatorias, por lo que ayudaría con estas molestias en los ovarios. La recomendación es triturar un pedazo de jengibre fresco en la licuadora y aplicar en la zona durante 10 minutos. Es aconsejable hacerlo dos veces al día.