SALUD
Infusión de hierbabuena: así se puede consumir para limpiar el hígado
Esta planta también ayuda a eliminar los gases intestinales.
La hierbabuena es una planta que aporta múltiples beneficios para la salud. Por un lado, un artículo publicado por la Universidad Autónoma de Guerrero encontró que es analgésica y antiinflamatoria, así como también mejora los nervios, por sus componentes analgésicos.
En lo que refiere a sus beneficios para el sistema gastrointestinal, un artículo publicado por la Unidad Especializada de Formación Continua (UNEFCO), reseña que la hierbabuena contribuye en la eliminación de los gases intestinales. Del mismo modo, una investigación del Departamento de Medicina Interna del Taichung Veterans General Hospital (Taiwán) evidenció que esta planta mejora el tránsito intestinal, contribuyendo en el manejo del estreñimiento. Asimismo, la hierbabuena ayuda a limpiar el hígado.
Al respecto, el portal de nutrición y bienestar Cocina Delirante, reseña una fórmula muy sencilla para preparar infusión de hierbabuena y depurar el hígado de una forma natural. Los ingredientes que se necesitan son: un puñado de hojas de hierbabuena, el zumo de un de limón, el zumo de una naranja, dos litros de agua y una cucharadita de miel –opcional–.
En primer lugar se debe poner en el fuego la hierbabuena con el agua, y retirar la olla del fogón una vez haya hervido. Luego, en una taza se vierten el zumo de limón, el de naranja, un poco de ralladura de cáscara de limón y, si se desea, una pizca de miel. Surtido este proceso, se añade un poco de la infusión de hierbabuena y estará lista para su consumo.
Cocina Delirante recomienda consumir esta bebida durante una semana para aprovechar las bondades de la hierbabuena y depurar el hígado de forma natural.
¿Qué es el hígado y cuál es su función?
El hígado es la víscera más voluminosa del organismo y uno de los órganos más importantes para su funcionamiento. Está ubicado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal y, en promedio, puede pesar entre 1.400 y 1.500 gramos en una persona adulta.
La Asociación Catalana de Pacientes Hepáticos (ASSCAT) explica que el hígado se divide “morfológicamente en dos lóbulos (derecho e izquierdo) por el ligamento falciforme. En su cara inferior derecha se encuentra la vesícula biliar, destinada a recibir y almacenar la bilis producida por el hígado para ayudar en la digestión”.
A nivel histológico, el hígado se constituye principalmente por dos tipos de células: los hepatocitos y las células de Kupffer, “las cuales se disponen de una forma particular junto con el sistema arterial y venoso constituyendo el ácido hepático, que representa la unidad estructural y funcional de la fisiología hepática. Los hepatocitos realizan todas las funciones clásicas del hígado (síntesis, metabolización, etc.), mientras que las células de Kupffer tienen una función inmunológica y de defensa”, agrega la entidad sin ánimo de lucro.
El hígado cumple con diferentes tareas, entre ellas el almacenamiento de vitaminas, minerales, hierro y azúcares para el buen funcionamiento del organismo. De la misma forma, es el encargado de procesar los alimentos para convertirlos en sustancias y energía, lo que permite tener una buena nutrición y realizar las actividades diarias. Sumado a lo anterior, el hígado descompone las sustancias químicas que entran o se producen en el organismo y son perjudiciales.
De acuerdo con la ASSCAT, el hígado se encarga de “producir proteínas esenciales que ayudan a combatir infecciones y a coagular la sangre”, así como controla los niveles de hormonas y sustancias químicas que circulan en el torrente sanguíneo. Lo anterior, sin olvidar que este importante órgano limpia el cuerpo de toxinas como el alcohol y de bacterias.
“El hígado puede realizar sus tareas porque millones de células trabajan en equipo constantemente. Todo lo que entra en el cuerpo se digiere en el estómago y en los intestinos. Estas materias absorbidas pasan a la sangre y luego a la “fábrica” del hígado, donde sus células las degradan y purifican, sintetizando productos necesarios y desechando los productos nocivos”, explica la entidad. Como sucede con cualquier órgano, el hígado está expuesto a sufrir enfermedades, siendo la más grave la enfermedad hepática.