VIDA MODERNA
Infusión de romero y jengibre para controlar el hígado graso
El hígado elimina las toxinas, digiere los alimentos y almacena la energía que el organismo necesita.
La mejor forma para prevenir que los órganos del cuerpo se enfermen es llevando buenos hábitos a lo largo de la vida y no empezando a tenerlos una vez que el cuerpo se enferma. La idea es que la mayoría del tiempo se consuman alimentos de origen natural que le aporten al organismo los nutrientes y vitaminas que necesita, también, es importante dormir las horas indicadas por un profesional de la salud, estas deben determinarse de acuerdo a la edad de cada individuo; además, es indispensable realizar actividad física con frecuencia.
Según explica la Biblioteca de Salud y Medicina de los Estados Unidos, Medline Plus, el hígado es el órgano del cuerpo encargado de eliminar las toxinas, digerir los alimentos y almacenar la energía que el organismo necesita.
La afección más común que se presenta en este órgano se le conoce como, hígado graso, esto surge cuando se acumula demasiada grasa en las células hepáticas. Este padecimiento se puede presentar por dos razones, la primera por un consumo desmedido de alcohol y la segunda es que esta enfermedad es bastante usual en los pacientes que tienen obesidad y que llevan un estilo de vida poco saludable.
Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, ciertas patologías de salud, como la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2, aumentan la probabilidad de desarrollar hígado graso.
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Por lo general, esta enfermedad no presenta síntomas, por lo que, la mayoría de veces, es diagnosticada cuando ya está muy avanzada; sin embargo, los pacientes que suelen presentar síntomas manifiestan sentirse agotados sin razón aparente; además, presentan afecciones en la piel.
Consejos para prevenir y tratar el hígado graso
El portal de salud, belleza y cuidado personal Cuerpo y Mente brinda algunas alternativas para prevenir o manejar la enfermedad, en dado caso de que ya haya sido diagnosticada.
- Controlar el índice glucémico de lo que se consume: cuando se lleva una vida sedentaria y adicional a esto se consume de manera frecuente alimentos con un alto contenido de azúcar (pan blanco, harinas refinadas, gaseosas, jugos industrializados, dulces) la insulina que se produce en el páncreas se eleva de manera desmedida, lo que aumenta la probabilidad de que surja grasa en las células hepáticas.
- Dieta hipoglucídica: “según un estudio publicado en 2011 en American Journal of Clinical Nutrition, reducir el consumo de glúcidos o hidratos de carbono puede disminuir en un 50 % la grasa hepática en 3 meses”.
- Consumir más antioxidantes: el estrés oxidativo presente en el hígado de un paciente que tiene esta enfermedad, es elevado; por ende, consumir alimentos ricos en antioxidantes reducirá la inflamación que se genera en dicho órgano a causa de dicha afección. Por eso, se recomienda aumentar el consumo de frutas, verduras y productos como los pesados azules, que son ricos en grasas saludables como el omega-3.
- Ingerir una infusión de jengibre y romero: el medio recomienda tomar dos tazas de esta bebida a diario. Las propiedades de estas dos plantas medicinales juntas reducirá la inflamación del hígado, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, depurativas y antisépticas; sin embargo, antes de consumirla se recomienda contar con la aprobación de un profesional de la salud.