SALUD
¿Inseguridad? Estos son los hábitos que ayudan a superarla
Tomar nota de las fortalezas, pedir ayuda y no compararse con los demás son la clave para fortalecer el autoestima.
La inseguridad puede convertirse en uno de los peores enemigos y obstáculos a superar. Muchas personas sienten que no están a la altura de las circunstancias y que otras logran objetivos y metas relativamente fácil, lo que debilita aún más su deseo de superar esta situación.
El día a día de una persona insegura no es fácil, pues se enfrenta a contradicciones y cambios de perspectivas que pueden influir en su personalidad.
Según el portal Sicologiaymente.com, la inseguridad tiene múltiples causas, aunque muchas de ellas son comunes. Fundamentalmente, se trata de una visión distorsionada que tiene una persona acerca de sus propias capacidades, desde un punto de vista extremadamente pesimista, que termina generando un efecto de profecía autocumplida.
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“Es decir, que el hecho de tener expectativas muy bajas acerca de lo que uno mismo es capaz de hacer, hace que ni siquiera se tengan iniciativas ilusionantes que sean un reto. Con el paso del tiempo, esta percepción de que se permanece en un estado de estancamiento hace que se refuercen las inseguridades y que la autoestima se mantenga baja”, indica este sitio especializado.
Según los especialistas, uno de los ámbitos de la vida en los que las inseguridades se hacen más evidentes es en las relaciones personales. Algo tan sencillo como adoptar un lenguaje no verbal que denote inseguridad consigue el efecto de que los demás traten a esa persona de manera consecuente, de forma que en cada conversación e interacción social se capta el mensaje de que, efectivamente, hay motivos para sentirse inseguro.
Esto termina convirtiéndose en un círculo vicioso que con el paso del tiempo llega a generar un dogma, una creencia que ni siquiera se cuestiona y es que la persona piense y se crea que vale menos que los demás.
Esta situación puede mejorar siguiendo algunas pautas, de acuerdo con lo que plantean los expertos.
1. Tomar nota de las fortalezas e inseguridades. Hasta las personas más inseguras son capaces de reconocer ciertas cosas que son positivas o en las que les va bien. Por eso, un buen punto de partida es hacer una lista de debilidades y otra de fortalezas personales. Es importante que estas sean valoradas no comparándose con otros, sino consigo mismo.
Este paso permitirá dos cosas: por un lado, es un punto de partida que ayuda a centrarse más en lo bueno que se tiene, y por el otro, si se hace con una cierta periodicidad, ayuda a tener información sobre cómo evolucionan las propias inseguridades.
2. Revisar las tendencias a la paranoia. Muchas personas basan su inseguridad en pensamientos casi paranoicos. Por eso, resulta positivo dedicar unos cinco minutos al final del día para valorar si se ha caído en este tipo de pensamientos de manera injustificada.
3. Respiración y relajación. Con respecto a las tareas que generan inseguridad, se pueden adoptar diferentes estrategias como realizar ejercicios de respiración y relajación antes de realizarlas. Aprender estas técnicas es importante, ya que la inseguridad genera ansiedad y esta altera la respiración y todo el organismo, distorsionando más la percepción de la realidad.
4. Pedir ayuda. Solicitar una ayuda o un consejo, incluso acompañamiento a alguna persona de confianza en el trabajo para que ayude a facilitar el proceso de afrontamiento de la situación. Esto reducirá el miedo social y permitirá comenzar a ganar confianza para enfrentar las diferentes situaciones.
5. No compararse con personas desconocidas. Con el auge de las redes sociales, es fácil dar una imagen de lo que no se es. Normalmente se destaca lo positivo, lo que facilita la aparición de inseguridades, porque en ciertas plataformas digitales la idealización es la norma.
6. Analizar los pensamientos. Otra pauta para combatir la inseguridad es analizar la voz interior crítica y el diálogo que se forma alrededor de ella. Un buen método para hacerlo es escribiendo estos pensamientos con el fin de replantearlos y sacar a flote aspectos positivos, indica Mundopsicologos.com.
7. Practicar deportes y comer bien. Ver cómo se progresa físicamente a lo largo de unos meses es muy motivador, y ayuda a mejorar la autoestima. De igual forma, alimentarse bien ayudará a sentirse bien y como resultado la inseguridad también puede ir desapareciendo.