REDES SOCIALES

El mundo sin likes: por qué la tiranía del ‘Me gusta' podría tener los los días contados

Instagram ha empezado a ocultarlos y, si funciona, no sería extraño que otros grandes como Facebook repliquen la decisión.

17 de agosto de 2019
Instagram no ha sido la primera compañía en decirle adiós al ‘Me gusta’ público. | Foto: istock - montaje semana

A mediados de abril, Jane Manchun Wong, experta en ingeniería, navegaba por la red cuando descubrió que Instagram planeaba ocultar los ‘Me gusta’ de la red social. Lo descubrió “investigando los códigos que hay debajo de la aplicación”, cuenta a SEMANA. Tras difundirlo, los tabloides del mundo empezaron a especular sobre la veracidad de la noticia, y también sobre el impacto que tendría en el funcionamiento de las redes sociales.

Hoy una buena cantidad de ‘Me gusta’ basta para definir la popularidad o el éxito de una persona.

Y no era para menos, pues desde que Facebook incluyó el botón de ‘Me gusta’ como una nueva herramienta en 2009, este se ha convertido en la mejor moneda de cambio del internet. Hoy, pocas aplicaciones no lo tienen y cientos de empresas basan sus decisiones comerciales en estas mediciones. Y para no ir muy lejos, en la vida cotidiana una buena cantidad de ‘Me gusta’ basta para definir la popularidad o el éxito de una persona.

Aunque en un principio los directivos de Instagram, la app que hoy reúne a 1.000 millones de usuarios, negaron la noticia, dos meses después la confirmaron. A finales de julio y durante el F8, el foro más importante de Facebook –empresa que hoy maneja la plataforma–, los altos mandos de la aplicación anunciaron que desde mayo venían implementando la medida en Canadá. Y que a partir de ese momento lo pondrían en marcha en otros países como Australia, Brasil, Japón, Irlanda, Italia y Nueva Zelanda.

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Según Wong, que ha podido ahondar en la manera como funciona, no se trata de que las personas no podrán volver a dar ‘Me gusta’ a su ídolo o a una publicación. A cambio, “nadie más que el autor de una publicación podrá ver el número total”. Es decir que, si antes un seguidor de James Rodríguez podía ver que su última foto tenía un millón de ‘Me gusta’, ahora lo único que podrán ver son los likes que otros amigos en común le dan a ese contenido. El resto aparecerá como “otros”.

La noticia produjo reacciones encontradas. Por un lado, algunos piensan que ocultar los ‘Me gusta’ le restará emoción a las redes y afectará el modelo exitoso de negocio que hoy tienen. Para Wong, por ejemplo, las personas que basan su autoestima en la popularidad podrían abandonar la plataforma, pues “eliminar la visibilidad pública de los ‘Me gusta’ también elimina sus incentivos”. Además, podría dificultar la colaboración entre influenciadores y marcas porque “hará más difícil demostrar la cantidad de impacto que tienen con sus seguidores”, explica.

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Para otros, como psicologos y psiquiatras, se trata del primer paso para frenar el impacto negativo de las redes sociales en la salud mental. El fenómeno de los ‘Me gusta’ aumenta la ansiedad y la depresión entre los usuarios, que incluso llegan al punto de eliminar las publicaciones de su cuenta cuando no reciben el número suficiente de aprobaciones de sus seguidores. En términos científicos, el ‘Me gusta’, que en últimas simboliza aprobación, tiene la capacidad de liberar dopamina en el cerebro sin mayor esfuerzo. Aunque en pequeñas dosis no es malo, en grandes cantidades, como hoy, afecta la forma en la que una persona piensa de sí misma o de los demás.


Foto: Cortesía. Jane Manchun Wong tiene 25 años, rastrea novedades tecnológicas en internet y descubrió que Instagram aplicaría la medida.

Mia Garlick, directora de Facebook para Australia y Nueva Zelanda, explicó en un comunicado que la medida de Instagram tiene que ver con esta presión que están ejerciendo los ‘Me gusta’ en el bienestar de las personas. En concreto, la compañía buscaría que los influenciadores presten más atención a la calidad y autenticidad de sus contenidos y no a la necesidad de obtener más reacciones. “Queremos que la gente se concentre en compartir las cosas que quiere y que Instagram sea un lugar de expresión donde todos se sientan cómodos”, explicó Garlick en el comunicado.

Podría tratarse de un tatequieto a quienes han convertido en un negocio rentable la compra y venta de ‘Me gusta’

Otros expertos, como Víctor Solano, no tragan entero y creen que más allá de proteger a los usuarios, Instagram tiene un interés comercial. “Podría ocurrir que empiecen a cobrarles por dejar mostrar sus estadísticas o a las empresas para poder vender contenidos”, dice. En ese punto, Wong coincide con Solano. Agrega que podría tratarse de un tatequieto a quienes han convertido en un negocio rentable la compra y venta de ‘Me gusta’, que se hace creando cuentas falsas programadas para reaccionar.

Hoy, este mercado negro trae uno de los grandes problemas que enfrentan las redes sociales. Con solo escribir en Google “comprar seguidores de Instagram” aparecen más de 30.000 resultados de negocios que ofrecen este tipo de fraude. Los precios varían dependiendo de la cantidad y el tipo de seguidores que se requieran.

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Con un clic, cualquiera puede inflar sus estadísticas y convertirse en un referente de opinión. Esta mala práctica, que también sucede en Twitter, YouTube y Facebook, al final le quita credibilidad a la red social y por lo tanto genera pérdidas en el negocio. En primer lugar, porque perjudica a los usuarios reales que contribuyen positivamente con un compromiso y un contenido genuino. Ese contenido pasa a segundo plano en medio de tantas publicaciones tóxicas, que solo buscan aumentar sus números. Y en segundo lugar, porque ninguna marca va a querer invertir dinero en una plataforma en la que sus influenciadores tienen poco impacto en la vida real. Si Instagram oculta esta cantidad, venderlos ya no tendría mucho sentido.

Y las cifras de este botón son impresionantes. Antes de que Facebook pusiera en marcha las nuevas reacciones como ‘Me encanta’ o ‘Me enoja’, las personas daban al menos 800 millones de likes en la plataforma todos los días. En Instagram, según las cifras reveladas por la plataforma, solo en 2018 los usuarios dieron clic al botón 14.000 millones de veces. Y hasta hace poco, una foto de la influencer Kylie Jenner ostentaba el récord mundial en la plataforma con 18 millones. La superó en enero la misteriosa foto de un huevo con la que un usuario anónimo se mofaba de la trascendencia que le dan hoy los medios y las personas a esta simple interacción. Los cantantes Eminem, Rihanna, Lady Gaga, Katy Perry o el futbolista Leo Messi, entre otros, también reciben más ‘Me gusta’ a nivel mundial

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Pero Instagram no ha sido la primera compañía en decirle adiós al ‘Me gusta’ público. En 2017, Pinterest eliminó su botón de ‘Me gusta’ y VSCO, el principal competidor de Instagram, hoy tampoco muestra públicamente la cantidad de interacciones que recibe una imagen. Ambos sobrevivieron a la tiranía del ‘Me gusta’ y para ninguno hubo consecuencias graves. Esto podría indicar que Instagram también lo haga y que incluso lo replique a nivel mundial. De ser así, dice Wong, “no sorprendería que otras plataformas de redes sociales, como Facebook o YouTube, sigan su ejemplo”.