SALUD
Intoxicación alimentaria: estos son los síntomas que advierten que se debe acudir al médico
Los alimentos pueden contaminarse en el proceso de producción o de manipulación.
La intoxicación alimentaria es una afección que se presenta cuando una persona come alimentos contaminados por bacterias, virus y parásitos.
“Los organismos infecciosos o sus toxinas pueden contaminar los alimentos en cualquier momento del procesamiento o la producción. Si los alimentos se manipulan o cocinan de manera incorrecta, la contaminación también puede producirse en el hogar”, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
Las señales que advierten que se puede tener una intoxicación por alimentos pueden ser leves o muy graves y pueden comportarse de diferentes formas, según el microbio que la persona haya ingerido. Los síntomas más comunes, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, son: malestar estomacal, cólicos, náuseas, vómitos, diarrea y fiebre.
La recomendación de los expertos es que si una persona presenta síntomas de intoxicación alimentaria, tome suficientes líquidos para prevenir la deshidratación, pues esta puede ocasionar diversas afectaciones de salud.
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Sin embargo, hay signos más complejos que advierten que la afección no se puede tratar en la casa y que es necesario recurrir al especialista para recibir tratamiento.
Los CDC dicen que esos síntomas a los que se les debe prestar atención son: sangre en las heces, fiebre alta, vómitos frecuentes que impidan mantener los líquidos en el cuerpo, signos de deshidratación, incluida una disminución significativa o falta de orina; boca y garganta muy secas o sensación de mareo cuando se pone de pie. También es señal de alarma si el paciente presenta diarrea durante más de tres días.
Factores de riesgo
Según Mayo Clinic, que una persona se enferme después de comer un alimento contaminado depende de su organismo, la magnitud de la exposición que haya tenido con el producto, la edad y la salud. Sin embargo, existen algunos grupos que están más expuestos:
- Adultos mayores. A medida que la persona envejece, es posible que el sistema inmunitario no responda con tanta rapidez y eficacia a los organismos infecciosos.
- Mujeres embarazadas. Durante el embarazo, los cambios en el metabolismo y la circulación pueden aumentar el riesgo de tener una intoxicación alimentaria. La reacción puede ser más fuerte en el período de gestación. En raras ocasiones, el bebé puede enfermarse también.
- Bebés y niños pequeños. El sistema inmune de los lactantes y los niños pequeños no se encuentra completamente desarrollado.
- Personas con enfermedades crónicas. Tener una enfermedad crónica como diabetes, enfermedad hepática o Sida, o estar bajo tratamiento con quimioterapia o radioterapia para el cáncer reducen la respuesta inmunológica del cuerpo.
Causas
Las causas de las intoxicaciones alimentarias normalmente están relacionadas con bacterias, virus y microbios. El portal Healthline asegura que las bacterias son la razón más frecuente de este padecimiento y las más reconocidas son: E.coli, Listeria monocytogenes y salmonela. También existen las Campylobacter y C. botulinum (botulismo), que son dos de las bacterias menos conocidas, pero potencialmente letales.
En lo referente a los parásitos, la intoxicación alimentaria causada por estos microorganismos no es tan común, pero los que se propagan a través de los alimentos pueden ser muy peligrosos, asegura la citada fuente.
Los parásitos pueden vivir en el tracto digestivo sin detectarse por años. Sin embargo, las personas que no tienen sietmas inmunes fuertes y las mujeres embarazadas corren el riesgo de efectos secundarios graves si éstos residen en sus intestinos.
Por último, los virus pueden ser un poco más comunes. “El norovirus, también conocido como el virus de Norwalk, causa más de 19 millones de casos de intoxicación alimentaria cada año”, asegura Healthline. En algunos casos, puede ser fatal.
Otros virus que también pueden generar esas intoxicaciones por contaminación de los alimentos son el sapovirus, rotavirus y astrovirus, los cuales generan síntomas similares, pero son menos comunes.
Por último, el virus de la hepatitis A es una condición grave que también puede transmitirse mediante el consumo de algunos alimentos contaminados.