Vida Moderna

Jengibre y aceite de oliva: cómo utilizarlos para aliviar el dolor

El dolor se puede presentar en algún lugar del cuerpo, como la espalda, el abdomen y el pecho, o también puede ser generalizado.

26 de octubre de 2021
Aceite de oliva
Aceite de oliva | Foto: De Agostini via Getty Images

El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo no anda bien y es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia. Además, puede ser agudo o sordo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Por tal razón, el portal “Mejor con Salud” reveló que mezclar jengibre y aceite de oliva ayuda a aliviar el dolor, pues ambos ingredientes tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias; la forma de prepararlo es mezclando 150 gramos de jengibre con 250 ml de aceite de oliva.

El portal indicó que se debe lavar el jengibre y esperar a que se seque. Después, se debe poner el aceite de oliva en un recipiente para horno y encima se le agrega el jengibre cortado, pero sin retirar la piel. En seguida, se debe encender el horno a 150 °C y esperar a que el aceite hierva. Finalmente, cuando la mezcla esté fría, se vierte en un recipiente con un colador para retirar los restos de jengibre. Y está lista la mezcla para ser utilizada.

Jengibre
Jengibre | Foto: Getty Images

Esta mezcla puede ser usada para aliviar la artritis o dolores musculares y de espalda. Asimismo, si se aplican un par de gotas en el estómago y se realizan masajes, funciona para mejorar la diarrea o los gases.

Además, el consumo de este aceite puede ayudar a minimizar el riesgo de hipertensión, según un estudio de la Universidad de Teherán (Irán).

Otros beneficios del jengibre y del aceite de oliva

Según los portales Healthline y Psicología y Mente, el jengibre tiene diferentes beneficios como, por ejemplo, que es consumido por las mujeres que sufren de cólicos o dolores menstruales, ya que reduce el dolor y puede resultar ser más efectivo que un medicamento.

También es conocido por aumentar las defensas en las personas, así que evita que los resfriados o gripas se desarrollen. Además, el jengibre, al contener componentes antioxidantes, podría mejorar la función cerebral de manera directa, lo cual ayudaría contra el alzheimer. Asimismo, la planta ayuda a disminuir la disfunción cerebral relacionada con la edad.

Adicional, las sustancias del jengibre ayudan a bloquear los efectos de la prostaglandina, la sustancia que inflama los vasos sanguíneos del cerebro y provoca dolores de cabeza, mejora la circulación en el cuerpo e incrementa los niveles de oxígeno en todo el organismo.

Por su parte, el aceite de oliva tiene otros beneficios, según Medical News Today, pues ayuda a la salud cardiovascular y reduce el riesgo de alzheimer.

Otro estudio defiende que el aceite de oliva puede ayudar a proteger el hígado de daños celulares. Asimismo, mejora la salud del estómago y del aparato digestivo, y actúa como protector reduciendo el exceso de ácidos en esta parte del cuerpo. Asimismo, aumenta el PH del organismo porque favorece la absorción de calcio y magnesio.

El aceite de oliva se usa desde hace cientos de años y es recomendado por los especialistas, debido a que está compuesto por ácidos grasos monoinsaturados, los cuales son considerados una grasa dietética saludable.

Los expertos recomiendan usar aceite de oliva en lugar de otros alimentos grasos, en particular la mantequilla y la margarina en barra. Pero también indican que no se puede hacer que los alimentos poco saludables sean más saludables simplemente añadiéndoles este tipo de aceite, indica un informe de Mayo Clinic.

De acuerdo con una publicación de la Fundación Española del Corazón, los estudios científicos indican que el aceite de oliva protege contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular provocados por el envejecimiento.

Según esta institución, los científicos aportan cada vez más pruebas de las propiedades beneficiosas del aceite de oliva para la salud. Gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, ayuda a levar los niveles de colesterol HDL (bueno), disminuye el malo, controla la hipertensión, reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes.