Vida Moderna
Jugo de tomate de árbol para reducir el colesterol, así se debe consumir
La causa más común del colesterol alto es un estilo de vida poco saludable.
El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo y este la necesita para producir hormonas, vitamina D y sustancias que ayuden a digerir los alimentos, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que con el colesterol alto es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y con el tiempo estos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. A veces, esos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Por ello, para evitar que se eleve el colesterol el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de salud, que el tomate de árbol es ideal para lo mencionado, por su “gran aporte de fibra soluble, que favorece la absorción y eliminación de grasas a través de las deposiciones, mejorando notablemente la condición de pacientes con LDL elevado”.
En consecuencia, para obtener los beneficios se debe consumir el jugo de tomate de árbol en ayunas.
Lo más leído
Valor nutricional del tomate de árbol por cada 100 gramos:
Calorías: 48.
Proteínas: 2 gramos (g).
Hidratos de carbono: 10,5.
Fibra: 1,70 g.
Calcio: 9 miligramos (mg).
Hierro: 9 mg.
Fósforo: 13 mg.
Magnesio: 18 mg.
Vitamina A: 76,67 mg.
Vitamina C: 29 mg.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, otras formas de disminuir el colesterol elevado es con cambios en los hábitos diarios como, por ejemplo:
1. Comer alimentos saludables para el corazón:
- Reducir las grasas saturadas. Las grasas saturadas, que se encuentran principalmente en las carnes rojas y los productos lácteos enteros, aumentan el colesterol total.
- Eliminar las grasas trans. Las grasas trans, que a veces figuran en las etiquetas de los alimentos como “aceite vegetal parcialmente hidrogenado”, se utilizan a menudo en margarinas y galletas, galletitas saladas y pasteles comprados en tiendas
- Comer alimentos ricos en ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos omega-3 no afectan el colesterol LDL, pero tienen otros beneficios para la salud del corazón, entre ellos la disminución de la presión arterial. Los alimentos con ácidos grasos omega-3 incluyen el salmón, la caballa, el arenque, las nueces y las semillas de linaza.
- Aumentar la fibra soluble. La fibra soluble puede reducir la absorción del colesterol en el torrente sanguíneo. La fibra soluble se encuentra en alimentos tales como avena, fríjoles, coles de Bruselas, manzanas y peras.
2. Bajar de peso: alcanzar un peso saludable puede ayudar a controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre.
3. Hacer ejercicio: las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
4. Beber alcohol con moderación: para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.
5. Dejar de fumar: A los 20 minutos de haber dejado de fumar, la presión arterial y la frecuencia cardíaca se recuperan del pico inducido por el cigarrillo. A los tres meses de haber dejado de fumar, la circulación sanguínea y la función pulmonar comienzan a mejorar. Dentro de un año de haber dejado de fumar, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca es la mitad que el de un fumador.