El té de rosas  tiene un efecto diurético.
La cafeína es una sustancia amarga. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

La bebida que previene la formación de cálculos biliares y mejora la salud del sistema digestivo

Ingerir esta bebida puede ser seguro, si no se excede su consumo.

27 de abril de 2023

El café es una bebida rica en ácido clorogénico, ácido cafeico y kahweol, que son compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes, los cuales ayudan a combatir los radicales libres, previniendo el envejecimiento precoz, cáncer, depresión y diabetes, de acuerdo con el portal portugués de salud, nutrición y bienestar ‘Tua Saúde’.

Además, el portal CuídatePlus reveló que “los investigadores han comprobado que las mujeres que toman al menos cuatro tazas de café al día tienen un 25 % menos de probabilidades de ser intervenidas de cálculos biliares que las que no consumen café”.

De igual forma, un estudio realizado por la Universidad de Utrecht de Países Bajos reveló que el café es ideal para acelerar los procesos digestivos, pues esta bebida funciona como activador de la función colónica y eso sucede por una sustancia que contiene el café llamada ácido clorogénico y para que surja efecto lo ideal es tomarse el café en las mañanas.

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El consumo de café debe ser evitado por aquellos que sufren de insomnio. | Foto: Getty Images

Ahora bien, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que hasta 400 miligramos (mg) de cafeína al día parece ser seguro para la mayoría de los adultos sanos y esa es aproximadamente la cantidad de cafeína en cuatro tazas de café, 10 latas de cola o dos bebidas energizantes.

“Lo recomendable es tomar menos de 500 miligramos de cafeína al día, lo equivalente a cuatro o cinco tazas de café solo. Una cantidad mayor suele estar relacionada con aceleración cardíaca, insomnio, irritabilidad, visión borrosa y mareos”, según la universidad sueca de Linkoping.

De hecho, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que la cafeína también se encuentra en alimentos procesados como:

  • Café: 75 a 100 mg por una taza de 6 onzas, 40 mg por una onza de espresso.
  • Té: 60 a 100 mg por una taza de 16 onzas de té negro o verde.
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Los expertos recomiendan tomar en promedio de tres a cuatro tazas de café al día. | Foto: Getty Images
  • Chocolate: 10 mg por onza dulce, semidulce o negro. 58 mg por onza de chocolate para hornear simple.
  • Dulces, bebidas energizantes, refrigerios, goma de mascar - 40 a 100 mg por porción.

No obstante, hay efectos secundarios y, según la biblioteca, pueden ser:

  • Frecuencia cardíaca rápida.
  • Ansiedad.
  • Dificultad para dormir.
  • Náuseas y vómitos.
  • Inquietud.
  • Temblores.
  • Ganas de orinar con más frecuencia.
Cabe resaltar que el consumo de cualquier alimento o bebida en exceso es malo. Por eso, es importante conocer los límites para el consumo del café.
Cabe resaltar que el consumo de cualquier alimento o bebida en exceso es malo. | Foto: Getty Images

Entre tanto, en términos de pureza, la recomendación es consumir café en granos o molido, dado que, a diferencia del café instantáneo, este no ha sido sometido a ningún proceso industrial que altere sus componentes aromáticos y nutricionales. Además, tampoco lo mezclan con otro tipo de café de menor calidad con el objetivo de generar más demanda debido a su precio.

No obstante, Medline Plus indicó que las personas que deben limitar o evitar la cafeína son:

  • Quienes toman ciertos medicamentos o suplementos, incluyendo estimulantes, ciertos antibióticos, medicamentos para el asma y medicamentos para el corazón.
  • Cuando se es un niño o adolescente. Ninguno de los dos debe tomar tanta cafeína como los adultos. Los niños pueden ser especialmente sensibles a los efectos de la cafeína.

Por su parte, la biblioteca explicó que la cafeína no se acumula en el torrente sanguíneo ni se almacena en el organismo, pues esta sale del cuerpo en la orina muchas horas después de haber sido consumida.

De todos modos, antes de consumir algún alimento o eliminarlo de la dieta, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.