Vida Moderna
La ciencia revela la clave para prevenir la demencia
El aislamiento es un detonante para reducir el volumen del cerebro, lo cual implica el aumento de la probabilidad de parecer atrofia.
Recientemente, se publicó un estudio en el cual se relacionó la influencia del aislamiento con la pérdida del desarrollo cognitivo, logrando plantear una serie de recomendaciones para prevenir la demencia.
Los expertos de la Universidad de Kyushu en Fukuoka se tomaron la tarea de estudiar las causas y efectos de la demencia. El resultado fue publicar la investigación ‘Asociación entre la frecuencia del contacto social y la atrofia cerebral en personas mayores que viven en la comunidad sin demencia: el estudio JPSC-AD’.
A nivel general, la conclusión central del informe apuntó que las personas con índices de soledad tienen más probabilidades de perder la vitalidad cerebral, debido a que ese estado influye en varias zonas esenciales del cerebro. Por lo cual, la recomendación es brindarle apoyo a las personas que requieran acompañamiento y así impedir su deterioro cognitivo con el paso de la edad.
Para dar con esos resultados, se tomaron en cuenta a 8.896 participantes provenientes de Japón y que tenían 65 años o más. A cada uno de las personas se les estudio minuciosamente el volumen del cerebro a medida que se analizada el contacto social de ellos.
Es por eso que los investigadores realizaron resonancias magnéticas del cerebro y le practicaron a los pacientes una serie de exámenes de salud para determinar cómo era su contacto social. También tomaron en cuenta factores externos con influencia menor, tales como la actividad física, enfermedades y consumo de tabaco.
Lo clave para la investigación fue tener referencia de la frecuencia del contacto de familiares y amigos con los adultos mayores. A los pacientes se les preguntó la frecuencia en la que recibe visitas o se reúne con allegados y colegas. Para responder esa cuestión, las respuestas posibles eran: todos los días, varias veces a la semana, varias veces al mes y rara vez. Con base a las respuestas obtenidas, se estudio el desarrollo cognitivo.
Estos análisis lo realizaron paulatinamente con el paso del tiempo. Consecuentemente, descubrieron que las personas con menor contacto social presentaron una reducción del volumen cerebral en comparación con los participantes que frecuentaban a familiares y amigos con más frecuencia. Es decir, el entorno social influyó en el estado cognitivo.
Principalmente, el volumen del cerebro se conoce mediante la suma de la materia blanca con la gris. Al tener en cuenta eso, los investigadores pudieron identificar al detalle cuáles fueron las áreas mayormente afectadas.
A medida que el volumen se redujo, las zonas comprometidas fueron el hipocampo y amígdala; dos de las áreas más importantes del cerebro dado que son responsables de las conexiones neuronales relacionadas con la memoria. Los participantes con mayores índices de asilamiento experimentaron esta afectación.
Adicionalmente, otro hallazgo importante por parte de los expertos tuvo que ver con las lesiones ocasionadas en el cerebro. La poca interacción social generó que el órgano experimentara dolencias, las cuales son detonantes para el desarrollo de síntomas asociados a la depresión.
El aislamiento social es responsable de la atrofia cerebral, enfermedad ligada con la demencia por la contracción del volumen del órgano. Por lo cual, los investigadores recomendaron que estos resultados hay que tenerlos en cuenta, en especial si se tienen familiares o amigos adultos mayores.
En caso de tenerlos, lo fundamental es no dejar que el aislamiento los afecte de ese modo. Con el contacto frecuente se le estará beneficiando a los adultos mayores, por lo que la atrofia cerebral y demencia se verán detenidas en su desarrollo. La clave es no dejar solas a las personas.