Vida Moderna
La ciencia revela qué comer para potenciar la memoria y cuidar el cerebro
Se trata de la dieta MIND, la cual está comprobado que fortalece el desarrollo cognitivo.
La alimentación es uno de los pilares para gozar de buena salud. Elegir los productos del supermercado tendrá incidencia en el organismo; tanto para bien como para mal. Entre esto, uno de los roles más importantes de la comida tiene relación con el desarrollo cognitivo.
Un grupo de investigadores centraron sus estudios en este tema y dieron a conocer la dieta idónea para fortalecer el cerebro e impedir la aparición de enfermedades ligadas al deterioro cognitivo.
La ciencia lo ha demostrado una dieta certera puede proteger la salud neuronal y prevenir complicaciones relacionadas con el cerebro. Con base a los resultados del informe ‘La dieta MIND frena el deterioro cognitivo con el envejecimiento’, realizado por expertos de la Universidad de Rush; se dieron a conocer los productos vitales para lograr esto.
Esta dieta es conocida por su acrónimo MIND y está comprobado que puede reducir significativamente el riesgo de una persona para desarrollar la enfermedad de Alzheimer. No se requiere seguirla tan meticulosamente, sino frecuentarla dentro de lo que cabe.
La alimentación bajo esta dieta en cuestión mezcla los aspectos llamativos de la dieta mediterránea y DASH. Los expertos señalan que los productos selectos son los siguientes y bajo ciertas proporcionen:
- Verduras de hoja verde: Seis porciones a la semana.
- Bayas: Dos porciones por semana.
- Cereales integrales: Tres porciones por semana.
- Pescado: Una porción por semana.
- Carne de aves: Dos porciones a la semana.
- Frijoles: Tres porciones a la semana.
- Nueces: Cinco porciones por semana.
- Vino: Una copa al día.
- Aceite de oliva extra virgen: Dos cucharadas al día.
De igual forma, al seguir la dieta se recomienda evitar los siguientes alimentos: Carnes rojas, dulces, queso, mantequilla, margarina, comida rápida y productos fritos. La dieta MIND se centra en el consumo de dos superalimentos: verduras de hoja verde y bayas. El primer grupo cuenta con altas cantidades de folato, vitamina E, carotenoides y flavonoides; los cuales son nutrientes relacionados con menor riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
Por otro lado, las bayas se destacan por la mejoría que le proporcionan al desarrollo cognitivo y ralentizar el deterioro. Todo esto gracias a su abundancia de pigmentos vegetales antiinflamatorios llamados antocianinas, así como el contenido total de flavonoides.
Los autores de la investigación señalan que las personas que mantienen una alimentación bajo estas medidas protegen la memoria, impedir que ciertas patologías (como la demencia o enfermedad de Alzheimer) hagan presencia y aportar al desarrollo cognitivo.
El informe señala que esta dieta es recomendada en especial para adultos mayores (más de 65 años), debido a que se reduce la probabilidad del 53% de parecer problemas cognitivas. De igual forma, una ventaja es que los efectos son a corto plazo, por lo que los resultados son notables en cuestión de un tiempo reducido.
La puesta en marcha del estudio se hizo en dos centros de salud y los pacientes seleccionados tenían antecedentes familiares de demencia, sobrepeso y dieta subóptima. Con todas esas variables, se quiso comprobar la eficacia de la alimentación MIND.
El resultado fue que, al paso de tres años, la dieta mejoró el funcionamiento cerebral considerablemente. Al practicarles resonancias magnéticas, observaron que las lesiones se redujeron y el volumen del órgano se aumentó, lo cual es un escenario ideal para potenciar el desarrollo cognitivo.