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La ciencia revela qué se debe hacer para lucir cinco años más joven
El hallazgo tiene relación con un complejo proceso biológico llamado metilación del ADN.
La piel es uno de los indicadores más claros de la edad de una persona, por eso mucha gente invierte tiempo y dinero intentando lucir una piel más tersa, en la que se perciba lo menos posible el paso de los años.
Aunque muchas personas optan por procedimientos estéticos costosos, cirugías dolorosas y el uso permanente de productos cosméticos en los que es necesario invertir mucho dinero, existen algunos trucos naturales para que visualmente se revierta el paso de los años.
Una forma natural
De acuerdo con el portal Mundo Deportivo, la investigadora principal del Instituto de Medicina Funcional de la Virginia Commonwealth University, Kara N. Fitzgerald, junto con la Asociación Americana de Nutrición, dirigió un estudio innovador sobre la influencia de un proceso biológico llamado la metilación del ADN, en el envejecimiento biológico.
El estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Aging y Aging US, se centró en grupo de seis mujeres que completaron un programa de dieta y estilo de vida, diseñados exclusivamente para influir en el proceso de metilación del ADN, para probar los resultados en la reducción de la velocidad del proceso de envejecimiento biológico.
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La metilación del ADN
El ADN es el material que contiene la información genética y hereditaria en los seres humanos. A excepción de las células sexuales, todas las células del cuerpo contienen el mismo ADN.
Ahora, el proceso de metilación del ADN es un complicado proceso biológico que se lleva a cabo en el material genético, ADN, de las células y tiene relación con distintos procesos biológicos, uno de esos procesos es el envejecimiento.
Los resultados
De acuerdo con los resultados de la investigación liderada por Fitzgerald, el proceso de metilación de ADN podría tener directa relación con la dieta: “una dieta que favorezca la metilación y una intervención en el estilo de vida, pueden influir favorablemente en la edad biológica en ambos sexos, durante la mediana edad y la vejez”, recoge el portal Mundo Deportivo.
De acuerdo con Fitzgerald, es el día a día lo que genera una respuesta al largo plazo, en este sentido: “las decisiones que tomamos cada día -lo que comemos, cuándo nos acostamos, lo estresados que estamos, cuánto nos movemos, cuántas caricias recibimos- pueden influir negativa o positivamente en la expresión de nuestros genes”.
Según el resultado de la investigación se obtuvieron resultados significativos en los procesos de envejecimiento, en diferentes entornos y siguiendo distintas rutinas. Estas variaciones se han obtenido “en la edad biológica solo con cambios en la dieta y el estilo de vida”.
Lo más importante es que todo esto ha sido sin “inyecciones de hormonas artificiales, ni fármacos caros y sin efectos secundarios desagradables. Ni siquiera usando altas dosis de nutrientes, en forma de suplementos”.
Factores
Los siguientes son los factores que resultaron fundamentales, a la hora de hacer una diferencia en la edad aparente de las personas. Una dieta rica en verduras, hacer ejercicio, seguir técnicas de relajación regularmente, gozar de un sueño de buena calidad, ingerir suplementos de probióticos y fitonutrientes y un ayuno nocturno, son los elementos clave para ayudar a reducir el envejecimiento biológico y mejorar la edad biológica, en un proceso cuyos resultados pueden verse en apenas ocho semanas.
Las mujeres del estudio siguieron un estricto control de ocho semanas, en el que debían consumir semanalmente una cantidad específica de distintos tipos de verduras y algunos alimentos como huevos o elementos que contuvieran probióticos, realizar 30 minutos de ejercicio durante 5 días a la semana, practicar ejercicios de respiración al menos dos veces al día, dormir al menos 7 horas y ayunar entre 7 de la noche y 7 de la mañana.
Los resultados en la apariencia fueron claros; cinco de las seis participantes mostraron una reducción de la edad biológica de entre 1,22 y 11,01 años con respecto a su edad biológica de base.
