Salud
La cinco claves anti-alzhéimer de Sanjay Gupta
En su nuevo libro, el neurocirujano estrella estadounidense enseña cómo dar el salto a prácticas saludables reduce el riesgo de daño cerebral.
Una de las voces más autorizadas en todo el planeta en el tema del cerebro es Sanjay Gupta, quien ha sumado sus conocimientos a su atractivo personal para ensanchar las nociones de autocuidado de su nutrida audiencia.
De 51 años, graduado en neurocirugía en la Emory School de Medicina de Atlanta (Georgia), hombre de televisión y excolaborador de Hillary Clinton en la Casa Blanca, Gupta practica lo que predica. Hace 100 flexiones al día, compite en triatlones y no saca sus pesas de la habitación.
Es un indiscutible trotamundos y siempre viaja con sus tenis para correr, bandas de estiramiento y traje de baño. La meditación es otra de sus prácticas cotidianas, con las enseñanzas del mismísimo dalái lama.
Todo ese esfuerzo –explica– le sirve para mantener aguda la materia gris de su cerebro, cuyo misterio y maravillas son su gran fascinación. Ahora, en su libro Key Sharp, expone las conclusiones a que ha llegado luego de años de estudio y de riguroso autocuidado.
“Datos epidemiológicos, evidencia clínica anecdótica y estudios en animales, sugieren que el alzhéimer se puede prevenir o reducir su impacto por medio de significativos cambios en el modo de vida”, dice el especialista.
Tal vuelco se resume precisamente en los cinco preceptos del régimen que sigue Gupta religiosamente: ejercicio, curiosidad, relajación, dieta y conexión social.
“Incluso si usted tiene predisposición genética, estas buenas prácticas, sumadas a la eliminación del tabaco y el mínimo consumo de alcohol, pueden cambiar su destino”, afirma Gupta.
Explica, además, que la sola idea de prevenir el alzhéimer o mitigar sus síntomas es un logro del siglo XXI y algo significa en comparación con la impotencia que había hace unas décadas frente a la enfermedad.
El régimen propuesto por Gupta no busca detener la afección, sino que ofrece una alternativa que podría ayudar al cerebro a superar el daño orgánico que es capaz de causar, explicó un artículo de The Times, de Londres.
Específicamente, sus propias investigaciones y las de varios colegas lo han llevado a tener serios indicios de que se puede construir una reserva cognitiva o resiliencia del cerebro.
“Es una idea un poco controversial, pues no estamos seguros de cómo funciona y es difícil de definir, pero desde el punto de vista práctico, gracias a esta resiliencia, el órgano tiene la habilidad de improvisar y navegar en medio de los impedimentos con que se pueda topar para cumplir bien sus funciones”, escribe Gupta en su libro, que ha sido un suceso, con reseñas en varios diarios en Europa y Estados Unidos.
Y es en la construcción misma de esa reserva cognitiva donde intervienen las prácticas recomendadas por el experto y otros que han estudiado el tema.
Sin embargo, diversas organizaciones, como la Alzheimer’s Society y la Alzheimer’s Research UK, ambas del Reino Unido, han expresado sus reservas, informó The Times.
Advierten que no hay una vía expedita para evitar la demencia y que solo cuatro de cada diez casos pueden ser causados por causas prevenibles. Así mismo, citan que la ciencia ni siquiera ha logrado establecer cómo interactúan los múltiples factores de riesgo.
El periódico inglés observó que, efectivamente, un régimen como el de Gupta nunca ha sido probado científicamente, porque costaría millonadas y las farmacéuticas que podrían hacerlo no están interesadas, pues no les reportaría ganancias.
Los defensores de la propuesta de Gupta creen que esta tiene un doble filo benéfico. “Seguir su método podría contribuir a prevenir el alzhéimer, y si no, sería coadyuvante en la resiliencia del poder del cerebro para lidiar con la enfermedad”, continuó el informe. Y en últimas, que se sepa: caminar, comer mucha verdura, tener una relación estable o cultivar un pasatiempo no le han hecho daño a nadie.
La receta para un cerebro sano
1 Ejercítese
Gupta afirma que no hay que seguir su ardua rutina para beneficiarse de la actividad física: “De hecho, la actividad moderada (al menos 30 minutos, cinco días a la semana) es mejor que la intensa para el cerebro. Lo que usted necesita es liberar neurotrofinas, que incentivan el crecimiento de nuevas células y ayudan a proteger y fortalecer las conexiones neuronales”.
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El médico sugiere no jubilarse, o al menos no tan pronto. Estudios sugieren que por cada año adicional de trabajo después de los 64, el riesgo de demencia se reduce en 3,2 %. En caso de retirarse, recomienda actividades estimulantes y divertidas. Tomar clases de idiomas, danza o aprender cualquier otra nueva habilidad hace más resistente este importante órgano. Los juegos de entrenamiento mental, en cambio, no son de mucha ayuda.
Relájese
Tampoco hay que adoptar el régimen de meditación del neurocirujano. Solo quince minutos al día bastan para “desestresarse” y hacer cosas como escribir un diario, respirar profundo o simplemente soñar. Con eso el cerebro reiniciará labores más fresco. También recomienda dormir lo suficiente, porque de lo contrario sufrirá estrés crónico, el cual conlleva perjuicios como fallas en la memoria. Y no pretenda ser “multitareas”, porque los humanos no están hechos para eso, aclara.
Nútrase
Comidas procesadas, menús chatarra, exceso de sal, bebidas endulzadas y azúcar son tóxicos para el cerebro, sostiene Gupta, y agrega: “El incremento de glucosa en la sangre puede abrumar los receptores de esta sustancia en este órgano, de modo que no podrán convertir el azúcar en combustible. Su cerebro pasará hambre, mientras que su cuerpo resultará sobrealimentado”, concluye. Aceite de oliva, pescado, frutas, verduras, nueces y semillas, en cambio, mejorarán su desempeño.
Conéctese
Otra forma de esquivar el estrés, fortalecer el sistema inmune y preservar las habilidades cognitivas es interactuar con los demás, recomienda el especialista, así como cultivar amistades cercanas, ya que lo importante no es la cantidad de amigos que se tiene, sino la calidad de la relación. También es muy positivo el efecto de los matrimonios o uniones felices, pues estudios han mostrado cómo los casados son menos propensos a la demencia, en tanto que los divorciados tienen el doble de posibilidades de sufrirla.