La clave para ser carismático es hacerse una simple pregunta, según estudio

Un equipo de investigadores de la Universidad de Indiana y la Universidad de Washington, en Estados Unidos, lideró un estudio en el que analizaron el origen del carisma en las personas. El objetivo de los expertos fue determinar si se trata de una característica innata o si, por el contrario, el carisma es algo que se puede formar durante la vida.

Los resultados de la investigación fueron publicados en el portal de artículos científicos Science Direct, que contiene más de 12 millones de contenidos de 3.500 revistas académicas. El estudio reveló que las personas pueden desarrollar la habilidad de ser carismático a partir de una simple pregunta que deben hacerse a sí mismos.

“¿Eres una persona de noche o de mañana?”, fue la pregunta clave que identificaron los expertos durante el análisis. También encontraron que el carisma está relacionado con el ritmo circadiano, la calidad del sueño, la función cognitiva y el estado de ánimo de las personas. Ahora bien, ¿qué tiene que ver la pregunta clave con estas características?

Los expertos aseguran que las personas que son madrugadoras son mucho más carismáticas durante las horas de la mañana, mientras que las personas noctámbulas son más carismáticas durante la noche. “Encontramos que la sincronía entre el cronotipo del líder y la hora del día afecta las expresiones de liderazgo carismático”, señala el artículo.

“Centramos nuestra atención en el proceso circadiano de los seguidores y descubrimos que la sincronía entre el cronotipo de un seguidor y la hora del día afecta las percepciones del seguidor sobre el liderazgo carismático”, agregaron los investigadores, liderados por Cristiano L. Guarana, Christopher M. Barnes, Ji Woon Ryu y Rohan Crawley.

En ese sentido, el estudio advierte que las percepciones de liderazgo carismático de las personas no necesariamente tienen que ver con una condición innata desde el nacimiento, sino simplemente con el momento del día, los hábitos de sueño, la función cognitiva y el estado de ánimo que diferencian a los madrugadores y a los noctámbulos.

De hecho, la investigación identificó que las personas que madrugan dieron discursos más carismáticos a las 7:00 a.m. Por su parte, las personas que se consideran más noctámbulas se desempeñaron de mejor manera a la medianoche. El estudio, denominado ‘Un modelo circadiano cronotipo de las expresiones y percepciones de liderazgo carismático’ fue publicado este año.

Cabe resaltar que los ritmos circadianos, una de las variables de análisis de los expertos de la Universidad de Indiana y la Universidad de Washington, hacen referencia a oscilaciones de las variables biológicas de una persona durante intervalos regulares de tiempo.

¿Cuál es el secreto de la felicidad?

Científicos de la Universidad de Harvard se tomaron la tarea de estudiar cuál es el secreto para ser verdaderamente feliz. Este proyecto de investigación inició en esta universidad estadounidense en el año 1938, el cual ha seguido y examinado de cerca la vida de más de 700 personas, y en algunos casos de sus parejas.

El estudio reveló varios factores sorprendentes, y otros no tanto, que determinan qué tan probable es que las personas lleguen a una edad avanzada de manera feliz y saludable, o si pueden llegar a caer en la soledad, enfermedad o debilitamiento mental, reseñó el diario The New York Times, en su versión digital.

Según los investigadores de Harvard, lo único que se necesita para ser feliz es tener relaciones positivas. “El descubrimiento sorprendente es que nuestras relaciones y qué tan felices somos en nuestras relaciones tiene una poderosa influencia sobre nuestra salud”, apuntó uno de los expertos, en una publicación del medio mexicano de entretenimiento GQ.

Así que tener relaciones cercanas, saludables y positivas, y no el dinero o la fama, es lo que ayuda a las personas a mantenerse felices a lo largo de sus vidas, ya que esas relaciones ayudan a protegerlos de los malos momentos de la vida y, de acuerdo con la ciencia, también se ha demostrado que ayudan a reducir el deterioro cognitivo y físico.