Ciencia
La droga que podría ganarle la batalla al gen ‘Jolie’ que predispone al cáncer de seno
Según un estudio dado a conocer en la reunión anual de oncología clínica, las personas con los genes BRCA1 y BRCA2 estarían protegidas de padecer la temible enfermedad con un tratamiento farmacológico.
Las mujeres que portan los genes BRCA1 o BRCA2 tienen un riesgo mucho mayor de cáncer de mama. Aunque solo representan el 5 por ciento de los casos de cáncer de mama cada año, el impacto de tenerlos es muy alto. Una mujer promedio tiene un 12,5 por ciento de posibilidades de desarrollar cáncer de mama, pero una mujer con BRCA1 tiene entre un 60 y un 90 por ciento de posibilidades de padecerlo.
Para entender la dimensión de lo que estas mujeres viven solo basta recordar que en 2013 la reconocida actriz Angelina Jolie anunció en una columna editorial en el diario The New York Times que se había sometido a una doble mastectomía como medida preventiva después de descubrir que tenía el gen BRCA1. Desde entonces los genes BRCA1 y BRCA2 se conocen coloquialmente como los genes ‘Jolie’.
Esta semana llegaron excelentes noticias para estas mujeres. Un estudio demostró que una droga podría ofrecer una cura para miles de ellas con esta predisposición genética. Según el trabajo científico el medicamento Olaparib ayudó a reducir en 42 por ciento la posibilidad de que este cáncer regrese si se ofrece luego de la quimioterapia a pacientes con cáncer de seno detectado en sus etapas tempranas y asociado a estas mutaciones.
Luego de tres años de estudio, los científicos encontraron que el 86 por ciento de las personas tratadas con el medicamento estaban libres de cáncer de mama invasivo, en comparación con el 77 por ciento que recibieron un placebo. Este resultado fue recibido en el mundo científico con gran esperanza pues representa un paso más hacia delante en la lucha contra el cáncer.
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Aunque no es nueva, desde que fue aprobada Olaparib se ha dirigido a tratar las fallas genéticas. Hoy está autorizada por las agencias para tratar el cáncer de mama avanzado y aunque no representa una cura sí prolonga la vida. Los resultados del ensayo se dieron a conocer ayer en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica y se publicaron simultáneamente en The New England Journal of Medicine.
El medicamento funciona al impedir que las células cancerosas puedan reparar su ADN. En otras palabras, los inhibidores de PARP, como este, actúan al impedir que las células cancerosas sobrevivan con una táctica de supervivencia: la capacidad de reparar su propio ADN después de que su ADN se dañe de forma natural o por otros tratamientos farmacológicos. Las células cancerosas no pueden sobrevivir si no tienen una reparación funcional del ADN que involucre a Parp o uno de los genes BRCA. Los genes BRCA1 y BRCA2 normalmente están involucrados en otro sistema para reparar el ADN, por lo que el medicamento funciona particularmente bien en pacientes con versiones defectuosas de esos genes.
El nuevo estudio evaluó Olaparib en mujeres en etapas más tempranas del cáncer de mama, en un momento en que es potencialmente curable. Para el trabajo, que comenzó en 2014, un grupo de investigadores de Estados Unidos y otros 22 países inscribieron a 1.836 mujeres con cáncer de mama BRCA1 o BRCA2 en estadio temprano. Las mujeres participantes se habían sometido previamente a una cirugía para remover sus tumores y habían recibido quimioterapia antes o después de dicha intervención para prevenir que el tumor regresara. Cabe anotar que el grupo tenía un alto riesgo de ello dependiendo del tamaño de sus tumores o la presencia de cáncer en los ganglios linfáticos. Las mujeres también dieron negativo para el gen HER2 que está presente en algunos cánceres de mama.
La mitad de las mujeres en el estudio fueron asignadas al azar a tomar tabletas de olaparib a diario durante un año, mientras que la otra mitad recibió un placebo. El grupo tuvo seguimiento durante dos años y medios y al cabo de ese tiempo los expertos observaron que el medicamento redujo el riesgo de recurrencia del cáncer o de muerte por cualquier causa en un 42 por ciento en comparación con el grupo que tomó el placebo.
Aún más, los investigadores encontraron que tres años después del inicio del tratamiento, el 85,9% de las mujeres que recibieron Olaparib vivían sin recurrencia de la enfermedad, en comparación con el 77,1% de las mujeres que recibieron un placebo.
El medicamento también mejoró otros marcadores como el tiempo desde el inicio del tratamiento hasta el desarrollo de tumores distantes del sitio original en las mamas. Aunque hubo menos muertes entre los pacientes qu lo tomaron frente a los que tomaron el placebo, 59 frente a 86, la diferencia no cumplió con los criterios del estudio de significación estadística en el momento del seguimiento. Por eso los investigadores prevén que en el futuro se pueda demostrar una mejora estadísticamente significativa en la supervivencia general.