SALUD
La enfermedad que se manifiesta con gases en el estómago
Los productos con alto contenido de fibra tienden a generar gases, pero esta afección también puede estar relacionada con algunos trastornos médicos.
Tener gases en el sistema digestivo es algo normal, al igual que la eliminación de su exceso mediante los eructos o las flatulencias, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
En esta línea, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos explica que el gas entra normalmente en el tracto digestivo cuando la persona traga aire y cuando las bacterias en el intestino grueso descomponen ciertos alimentos sin digerir.
Es posible que algunos individuos tengan más gas en su tracto digestivo si tragan mucho aire o comen ciertos alimentos que por sus características generan esta afección.
Según los especialistas, todos los individuos tragan una pequeña cantidad de aire al comer y beber, pero esto se incrementa si se mastica goma de mascar, se toman bebidas carbonatadas o gaseosas, se come o bebe muy rápido, se fuma o se utilizan dentaduras postizas flojas, por ejemplo.
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“El aumento de los gases o del dolor que estos provocan puede producirse por el consumo de alimentos que son más propensos a generar gases. Con frecuencia, los cambios simples en los hábitos alimenticios pueden disminuir la presencia de gases molestos”, precisan.
Hay productos con alto contenido de fibra que tienden a causar gases y en la lista se encuentran los fríjoles y guisantes (legumbres), algunas frutas y verduras y los cereales integrales. Pero si bien esto sucede, es determinante tener presente que las fibras son esenciales para mantener el sistema digestivo en buen funcionamiento y para controlar los niveles de glucosa en la sangre y colesterol, por lo que siempre debe incluirse en la dieta.
Sin embargo, las razones mencionadas anteriormente no son las únicas que generan gases. Cuando estos se presentan con mucha frecuencia o se vuelven muy molestos, es necesario prestarles atención, pues, es posible que las causas estén relacionadas con el desarrollo de enfermedades o trastornos médicos.
Enfermedad intestinal inflamatoria
Uno de ellos es la enfermedad intestinal crónica o inflamatoria. Según Mayo Clinic, con frecuencia el gas en exceso es un síntoma de trastornos intestinales crónicos, como diverticulitis, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que la diverticulitis ocurre cuando se forman pequeñas bolsas o sacos abultados en la pared interna del intestino, las cuales se inflaman o se infectan. La mayoría de las veces, estas se encuentran en el intestino grueso (colon).
Por su parte, la colitis ulcerosa es una afectación inflamatoria del tubo digestivo que evoluciona de modo recurrente con brotes. Según la Clínica Universidad de Navarra, este padecimiento afecta exclusivamente al colon, siendo la localización más frecuente en el recto.
En la enfermedad de Crohn también se produce inflamación de los tejidos del tracto digestivo y se genera principalmente en el intestino delgado. La hinchazón suele ampliarse a las capas más profundas del intestino. Es un padecimiento que en ocasiones resulta doloroso y debilitante, y, en algunos casos, ocasiona complicaciones que ponen en riesgo la vida.
Otros trastornos médicos
El exceso de gases en el estómago también pueden ser indicador de un crecimiento bacteriano excesivo en el intestino delgado. Un aumento o cambio de las bacterias es posible que cause muchos gases, diarrea y pérdida de peso.
En otros casos, los gases están relacionados con intolerancias alimenticias y esto ocurre cuando la persona no puede digerir y absorber algunos alimentos, como el azúcar en lácteos (lactosa) o proteínas como el gluten del trigo y otros granos. Por otro lado, es posible que el estreñimiento dificulte la liberación de gases.
¿Cuándo consultar al médico?
Los expertos aconsejan consultar al médico si los gases o los dolores causados por los mismos son tan persistentes o intensos que interfieren con la capacidad de llevar una vida normal. De igual forma, si se presentan otros signos o síntomas que algunas veces indican afecciones más graves. Estos son algunos para tener en cuenta:
- Heces con sangre
- Cambios en la consistencia de las heces
- Cambios en la frecuencia de las deposiciones
- Pérdida de peso
- Estreñimiento o diarrea
- Náuseas o vómitos recurrentes o persistentes