vida moderna
La envidia: ni despertarla ni sentirla
Una nueva serie de Prime Video explora uno de los sentimientos más controvertidos de la condición humana: la envidia. A través de la historia de cuatro amigas, ‘Cochina envidia’ pone sobre la mesa un sentimiento que pocos se atreven a reconocer.
Dicen que es mejor despertarla que sentirla. Que se trata de un sentimiento de frustración, de malestar y de tristeza. Sí, aunque no todos no lo reconozcan, nadie está exento de sentir envidia.
De eso se trata justamente la nueva serie original que Prime Video estrenó el 7 de octubre, Cochina envidia, hecha con talento colombiano, que sigue la historia de cuatro amigas de toda la vida que, ante la noticia de un premio literario que recibe una de ellas, sacan a relucir lo más oscuro de este sentimiento.
Coescrita por Andrés Burgos y Carolina Cuervo, una de sus protagonistas, quienes primero llevaron esta historia al teatro bajo el nombre de “Veneno”, la serie se nutre de las anécdotas y vivencias contadas por sus propias amigas, quienes les permitieron comprender que la envidia es más común de lo que se cree, incluso para las personas que parecen tenerlo todo.
Cuervo cuenta que las cuatro mujeres de esta historia tienen vidas muy distintas: “Vemos a una despampanante, rica y a la que en apariencia no le falta nada, pero sí, le falta el amor. A otra mujer muy guapa y con la vida resuelta amorosamente, pero con temas familiares no resueltos. Junto a ellas, una escrita a quien la arrolla el éxito sin proponérselo, pero que mientras brilla en el mundo literario, su vida emocional no está en su mejor momento y debe enfrentarse a esa dicotomía. Y otra con un matrimonio de muchos años y estable con un marido que la quiere, pero muy insegura en lo profesional y en la quiebra”.
Entonces, tal como sucede en la vida misma, “siempre pasa que hay ámbitos en los que nos va bien y otros en los que tenemos carencias”, dice la actriz; “eso es justamente lo que explora la serie, que todos tenemos dramas en grados distintos, nadie tiene una vida perfecta”.
Pese a estar protagonizada por mujeres, para Cecilia Navia, quien interpreta a Tina, “la envidia no es un tema de mujeres, es una especie de pasión ligada al ser humano sin importar el género. En esta serie la envidia es protagonista y el espectador se va a identificar con ese sentimiento; reconocerá lo terrible que puede llegar a ser”.
Lo propio cree Ana María Orozco, quien da vida precisamente a esa escritora que obtiene un premio internacional de gran prestigio, pero que en algún momento “se da cuenta que también envidia a otros. Y es bueno poner ese sentimiento sobre la mesa, hablarlo, reconocerlo, porque solo así nos quitamos ese peso”.
Para Yeimi Paola Vargas, que también hace parte del elenco, se trata de un sentimiento del que a veces “no sabemos con certeza hasta dónde somos capaces de llegar. Por no pararlo o no decirlo a tiempo”.
Transformar la envidia en motivación productiva
La envidia surge cuando nos invade el “deseo de contar con algo que el otro tiene pues nos parece que eso lo hace más atractivo socialmente”, reflexiona Natalia Torregrosa, psicóloga y coach personal. Y aunque si bien es imposible dejar de sentirla, la envidia sí es posible ‘tratarla’.
Por un lado, “la envidia está ligada a una manera de pensar relacionada con la competitividad propia de la vida moderna, la idea de que la vida es una competencia y de que la felicidad depende de superar a los demás en todo sentido”.
Se trata de una sensación que genera, a juicio de la especialista, una suerte de “esclavitud”, pues obliga a los seres humanos a estar comparándose permanentemente con los demás.
Con el tiempo, “las personas le dan significado a la vida en la medida en que logran mejores bienes o ascensos que sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos. Y eso solo produce frustración pues nuestros progresos únicamente serán significativos cuando los valoramos a la luz de la gente a la que superamos”.
Torregrosa propone un ejercicio fácil: “Si tú envidias la casa del otro, por ejemplo, y quieres una igual, pregúntate si esa casa te haría realmente feliz o si tenerla solo está motivada por la envidia y el ego”.
Otra ‘técnica’ para superar la envidia, cuando se convierte en un problema emocional significativo, consiste en transformar ese sentimiento en motivación productiva, en una actitud constructiva y de auto-superación que nos ayude de paso a mejorar la autoestima.
Entonces, “si quiero algo tan bueno como lo que el otro tiene, la idea es transformarlo en un plan con objetivos y metas realizables, en un periodo de tiempo establecido por nosotros mismos. Un plan que nos implique constancia y esfuerzo para materializar ese proyecto. Solo así, la envidia dejará de ser un sentimiento nocivo.